Auroville es el nombre de una ciudad al sur de la India, que se alza como el futuro de lo que debería ser la salvación de nuestra raza. Está reconocida por la Unesco, organización que la apoya desde varios aspectos para evitar la intromisión de otras naciones, y destaca por ser una “comunidad” que funciona sin religión, dinero en efectivo, ni gobiernos o sistemas políticos convencionales.
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Fue fundada en febrero de 1968 por una francesa llamada Mirra Alfassa, que murió cinco años después (en 1973). Sin embargo, el desarrollo de la ciudad siguió adelante con la premisa de trabajar para tener los recursos suficientes para vivir en paz y armonía.
El objetivo de Auroville es enseñarle al mundo entero cómo debería vivir la humanidad. En la actualidad viven 3.300 personas, que son de 52 nacionalidades diferentes. La mayoría son personas de la India, peri hay gente de todos lados, según reseña de France 24.
De acuerdo con el censo más reciente que realizaron en mayo del 2024, hay 33 personas en Auroville que nacieron en América Latina y están divididos de la siguiente manera:
- Brasil: 7
- Colombia: 5
- Chile: 5
- Argentina: 8
- México: 7
- Ecuador: 1
La India la reconoce como una “ciudad cultural internacional”. Uno de los mayores logros de la “comunidad” es que a pesar de estar en el medio del desierto, lograron convertirlo en una zona boscosa plantando más de 3 millones de árboles, que hacen que la ciudad hoy cubra alrededor de 2.000 hectáreas.
Desde su fundación Auroville ha sido señalado de ser una secta o culto con intenciones ocultas. Quienes se suman a la ciudad deben ceder su propiedad a la comunidad y renunciar a la propiedad privada. Tienen como objetivo llegar a los 50 mil habitantes.
Irónicamente, para lograrlo necesitan de una inversión de 120 millones de dólares, para remodelar algunos de sus ecosistemas y fabricar nuevas viviendas para albergar un mayor número de personas.
