Para nadie es un secreto que Elon Musk y Sam Altman poseen un alto historial de discusiones, conflictos y cuestionamientos mutuos que se han intensificado a medida que OpenAI igual que ChatGPT han tomado mayor fuerza en la industria tecnológica y el sector de la Inteligencia Artificial (IA). Ahora se acaba de abrir un nuevo capítulo, todo por un coche “delator”.
En el pasado hemos narrado a detalle la crónica de cómo ambos sujetos pasaron de ser entrañables amigos, cuando iniciaron juntos el proyecto de OpenAI, para convertirse luego en acérrimos rivales tras las expulsión de Musk de la junta directiva de la organización, y ese es justamente la palabra clave detrás de su más reciente rencilla: “organización”.
Se supone que OpenAI desde su nacimiento fue concebida como una institución no privada, sin fines de lucro, que se enfocaría en el desarrollo de sistemas de Inteligencia Artificial a favor del desarrollo de la humanidad.
Pero en cuanto Microsoft metió mano al proyecto luego de ver el potencial de ChatGPT parece que todo cambió un poco en su tono.
Elon Musk ataca directo a Sam Altman: se supone que ChatGPT y OpenAI no genera ingresos
Un reciente video compartido en redes sociales por múltiples usuarios de X (antes Twitter), muestran a Sam Altman, CEO de OpenAI, conduciendo un lujoso hipercoche Koenigsegg Regera, se trata de un vehículo extraordinariamente costoso y que sólo alguien con toneladas de billetes podría comprarse.
De modo que el clip ha reavivado la disputa pública con Elon Musk. Ya que la imagen del líder de una organización inicialmente concebida como sin fines de lucro al volante de un vehículo de millones de dólares ha desatado una ola de críticas y especulaciones sobre la evolución y los objetivos de OpenAI. Elon no perdió la oportunidad de lanzar entonces un comentario mordaz:
La publicación del video, que rápidamente se viralizó, generó un intenso debate sobre la aparente contradicción entre el discurso de una entidad sin ánimo de lucro y el estilo de vida de su máximo ejecutivo.
Numerosos usuarios de redes sociales cuestionaron cómo un proyecto dedicado a la investigación de la Inteligencia Artificial podía justificar la adquisición de un auto tan costoso. Elon Musk, quien co-fundó OpenAI junto a Altman, como pudimos ver, no tardó en responder a estas inquietudes, alimentando aún más la polémica.
Sam Altman tiene un coche impagable y Elon Musk cuestión a OpenAI
Elon Musk, a través de su cuenta de X, planteó la interrogante sobre la transformación de OpenAI de una organización sin fines de lucro a una empresa con intereses comerciales, y vinculó de manera astuta este cambio con la ostentación de su antiguo socio.
Estas declaraciones, en cierto modo, han reavivado las tensiones entre ambos magnates de la tecnología, que se han enfrentado en varias ocasiones desde la fundación de OpenAI.
La disputa entre Musk y Altman se remonta a 2018, cuando el primero abandonó la junta directiva de OpenAI. Desde entonces, ambos han expresado públicamente sus desacuerdos sobre la dirección que debería tomar la empresa.
Altman siempre ha defendido la necesidad de que OpenAI busque financiamiento sustancial para acelerar sus investigaciones. Pero parece que esas inyecciones de dinero han traído grandes beneficios para Sam.
