Las ganas de uno de los fundadores de Sony, Masaru Ibuka, de poder escuchar música de ópera en sus viajes, fue la idea principal para que posteriormente, tras varios intentos, en la primera semana del mes de julio del pasado 1979, saliera al mercado en Japón el Walkman, artefacto musical verdaderamente revolucionario y uno de los más importantes en la historia de la tecnología.
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En este 2024, se cumplen 45 años desde que miles de negocios de electrónica, primero en el país asiático y posteriormente en todo el mundo, tenían a la venta el nuevo producto que consistía en un dispositivo que cambiaría para siempre la forma en que las personas disfrutarían la música.
Características de sus inicios
Basado en reproducción musical mediante casetes portátil, contó con un diseño compacto y capacidad para reproducir sonidos en estéreo, significando el inicio de la era de la libertad musical y transformándose en un símbolo de la cultura pop en la década de los ochentas.
Su primera edición recibió el nombre de TPS-L2 y en pocos días fue una sensación mundial al ofrecer, hasta los momentos, la desconocida libertad de llevar la música a cualquier lugar, como por ejemplo, mientras se caminaba, corría, se hacía ejercicio o se viajaba en transporte público.
El primer modelo fue de aluminio y tenía dos salidas de audio para conectar dos auriculares diferentes y compartir la música con otra persona. En 1984, se le incorporó un sintonizador de radio AM/FM y diez años después salieron los modelos que no necesitaban dar vuelta el casete cuando se terminaba un lado para que siga reproduciéndose el otro.
El Walkman fue la idea principal para que en los próximo años fueran creados los también históricos reproductores de CD (años 90), dispositivos MP3/iPod (2000) y celulares (2010), considerado por la tecnología como las bases principales de la portabilidad y la accesibilidad que hoy en día están más vigentes que nunca.