No vamos a venir a descubrir ahora que China cuenta con un amplio conjunto de medidas de seguridad, bastante complejas por lo demás, para proteger a su población y mantener el orden social. Estas medidas abarcan desde la vigilancia policial hasta el control cibernético, y han sido objeto de un intenso debate en cuanto a su eficacia y su impacto en los derechos individuales.
PUBLICIDAD
Y ahora, han sumado un nuevo capítulo, ya que las autoridades de dicho país implementarán nuevas medidas de seguridad que permitirán la inspección exhaustiva de teléfonos móviles de visitantes extranjeros, generando preocupación y posibles repercusiones en el turismo. Bajo la bandera de la lucha contra el espionaje, la agencia de seguridad Guoanbu tendrá la potestad de revisar dispositivos electrónicos a la salida del país. Esto incluye datos sensibles como correos electrónicos, mensajes de texto e incluso fotos.
Preocupación entre visitantes y posibles efectos en el turismo
La medida ha generado alarma entre los visitantes extranjeros, quienes temen por la privacidad de su información personal. Algunos incluso optan por no utilizar sus teléfonos durante su estadía en China. Agencias de viajes japonesas ya han expresado su inquietud ante las posibles repercusiones negativas en el turismo. Guoanbu, el Ministerio de Seguridad del Estado de China, es la agencia responsable de estas nuevas medidas.
Con más de 100.000 empleados, es la agencia de seguridad más grande del mundo y cuenta con una extensa red de informadores. Expertos en seguridad señalan que las inspecciones podrían ser parte de una estrategia más amplia de China para obtener información confidencial de países occidentales, en áreas como la industria, la tecnología e incluso el ámbito militar.
Un error de occidente en las relaciones con China?
Algunos críticos argumentan que Occidente ha cometido un error al negociar con China de manera ingenua, sin considerar las posibles intenciones de su agencia de seguridad. Bajo la apariencia de combatir el espionaje, China podría estar persiguiendo objetivos geopolíticos más ambiciosos, como alcanzar la hegemonía mundial para el año 2049.
Las nuevas medidas de vigilancia generan interrogantes sobre la privacidad y las relaciones entre China y el mundo occidental. Se espera que la implementación de estas medidas tenga un impacto significativo en el turismo y en la dinámica geopolítica global.
