A Neil Armstrong y Elon Musk los separan un par de generaciones y también contextos diferentes. ¿Algo en común? Sin dudas, su fascinación por el espacio. Y es que Armstrong es y será por siempre el primer hombre en pisar la Luna, hito alcanzado en 1969, mientras que Musk trabaja desde la otra vereda; con SpaceX como uno de sus mayores éxitos al transformar la industria aeroespacial con el desarrollo de cohetes reutilizables y el objetivo de volver a llevar a la humanidad a la Luna (y, por qué no, también a Marte).
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Y cómo no, entre las curiosidades que esconden ambas figuras, hay una que destaca por lo dolorosa que fue. Ocurrió hace poco más de una década, cuando el primer hombre en llegar a la Luna se refirió públicamente al CEO de SpaceX. Claro que no lo hizo en los términos que muchos esperarían...
Cuando Neil Armstrong hizo llorar a Elon Musk
Corría 2010 cuando SpaceX comenzaba a destacarse en la carrera espacial privada. Por aquel tiempo, Neil Armstrong expresó su escepticismo sobre la participación privada en la exploración espacial, en el marco de una audiencia en el Congreso de Estados Unidos.
En particular, el debate surgió tras el cierre del programa del transbordador espacial Challenger por la NASA, un evento que marcaba el fin de toda una era y también el comienzo de un nuevo capítulo para la exploración espacial. Por ello, aquel cambio impulsó a la administración de Obama, bajo la administración de Lori Garver en la NASA, a buscar una alternativa desde el sector privado para continuar con las misiones tripuladas y expandir sus planes de exploración más allá de lo imaginable.
En ese contexto y pese al apoyo presidencial, figuras destacadas de la NASA y políticos expresaron su preocupación sobre la seguridad y la soberanía en el espacio, temiendo que la entrada de actores privados como SpaceX pudiera comprometer el liderazgo de Estados Unidos.
Armstrong y otros astronautas veteranos fueron críticos, sugiriendo que las empresas privadas podrían comprometer las misiones espaciales por falta de rigor: “Habrá requisitos que se pasarán por alto y consecuencias no deseadas. Esta propuesta no tiene enfoque y, de hecho, es un plan para una misión a ninguna parte”, expresaron en la instancia.
La reacción de Elon Musk
Esta historia fue contada tiempo después, durante el programa “60 Minutes Overtime” de CBS emitido en 2012. En la cinta, se puede ver a un Musk emocionado con las palabras de Armstrong. Según él, aquellos dichos lo entristecieron profundamente, ya que siempre había visto a los astronautas del Apolo como inspiración para sus ambiciones espaciales.
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“Me entristeció mucho ver eso porque estos tipos son mis héroes, fue muy fuerte. (...) fue difícil”, dijo al programa, en una grabación que se puede encontrar en Youtube y donde se le ve visiblemente afectado agregando que “ojalá vinieran a visitarnos para que vean lo que hacemos aquí. Creo que eso les haría cambiar de opinión”.
Desde ese entonces, SpaceX ha continuado en su carrera por liderar la industria. El desarrollo de su nave Starship es el mayor ejemplo, demostrando un avance sostenido en el desarrollo de cohetes reutilizables y en la reducción de costos de las misiones espaciales. Por supuesto, la colaboración entre NASA y SpaceX fue fundamental en este proceso, desmitificando la opinión de Armstrong y compañía.
A la fecha SpaceX ha demostrado ser un socio valioso en la exploración espacial, y posiblemente su contribución al área no se quede sólo ahí. Actualmente es un gran aliado para la Estación Espacial Internacional y en 2026 se proyecta llevar a cabo el programa Artemis, que llevará de vuelta a la humanidad a la Luna.
