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Humano boicoteó concurso de inteligencia artificial: Burló las reglas, ganó el premio y luego lo descalificaron

En un concurso fotográfico que celebra el uso de la cámara y la destreza de los fotógrafos, el jurado debió anular el tercer premio de su categoría de IA.

La fotografía con inteligencia artificial (IA) es un campo novedoso dentro de la industria, y del que siempre se puede estar aprendiendo. Y es que este enfoque combina algoritmos con aprendizaje automático, lo que sistemáticamente aumenta la calidad de las fotos, permitiendo ajustes en tiempo real que antes necesitaban horas de edición. En ese sentido, la IA permite un montón de facilidades, como optimizar la exposición, el color y el enfoque, adaptándose a distintos ambientes, o también cambiar fondos o añadir efectos artísticos con solo unos pocos clics.

Y como este es un campo lo suficientemente grande, los 1839 Awards decidieron incluir una categoría específica para fotografías generadas con inteligencia artificial, premios que se otorgan a través de dos modalidades principales: el voto del jurado y el “People’s Vote Award”, donde el público vota por sus imágenes favoritas. ¿El problema? En su primera edición, esta categoría la ganó un humano.

El humano que burló a la IA

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Hay veces en que las historias son tragicómicas. Y esta ocurrió en los 1839 Awards, un concurso fotográfico que celebra el uso de la cámara y la destreza de los fotógrafos, cuando el jurado debió anular el tercer premio de su categoría destinada a la inteligencia artificial. Aquello podría ser por un sinfín de razones, pero en realidad era muy sencillo de explicar: se descubrió que la foto, en efecto, no había sido creada con una IA, sino que fue capturada por un fotógrafo humano.

Su nombre es Miles Astray, quien decidió boicotear el concurso para demostrar la relevancia del arte humano. Claro que este incidente no se reveló de inmediato. Más bien, se hizo público luego de que Astray revelara en su blog personal que la imagen ganadora, titulada F L A M I N G O N E, en realidad había sido tomada en una playa de Aruba.

Al respecto, el fotógrafo argumentó que su acto buscaba destacar que la naturaleza y sus intérpretes humanos aún pueden superar a las máquinas, y que la creatividad va mucho más allá. O en otras palabras, que su fotografía, un flamenco “sin cabeza” capturado en un momento preciso con luz natural, contrasta con lo que una IA podría haber creado a partir de datos.

Obviamente, el jurado de The 1839 Awards, al descubrir la verdad, retiró la fotografía de la competencia y revocó el premio otorgado a Astray, reafirmando las reglas que prohíben la participación humana en la categoría de IA. Curioso, ¿no?

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