Sin dudas estamos viviendo toda una revolución de la inteligencia artificial (IA). Y es que desde que comenzó a ser más conocida, este tipo de tecnología está evolucionando a un ritmo sin precedentes. Las grandes compañías como Openai, Google o Microsoft se esfuerzan por mantenerse a la vanguardia, en una carrera que recién comienza. De hecho, según informes de PwC, se espera que la IA contribuya hasta 15.7 billones de dólares a la economía mundial para el 2030, lo que evidencia su potencial.
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Pero pese a lo grandilocuente que pueda sonar todo este auge de la IA, lo cierto es que parece no llegar a todo el mundo. De hecho, un reciente estudio de realizado por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford, que encuestó a 12.000 personas de Argentina, Dinamarca, Francia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, revela que sólo un pequeño porcentaje utiliza la IA de forma regular.
¿La IA no convence?
A pesar de las enormes inversiones en inteligencia artificial por parte de destacados conglomerados tecnológicos, parece que el interés aparente no es tal. Concretamente, solo el 2% de los encuestados británicos indicaron que usan IA generativa todos los días, pese al auge de herramientas como ChatGPT desde su lanzamiento a finales de 2022.
Asimismo, el estudio apunta a los jóvenes de 18 a 24 años como los más entusiastas sobre estas tecnologías, aunque la mayoría del público parece indiferente. De hecho, el 30% de los británicos encuestados afirmaron no haber oído hablar de ningún producto de IA generativa hasta ahora.
Eso sí, a pesar de la falta de uso diario, muchos encuestados opinaron que la IA generativa tendrá un impacto significativo en la sociedad en los próximos cinco años y que incluso podría mejorar sus vidas. No obstante, se mostraron más cautelosos al considerar las implicaciones de la IA en campos como el periodismo, demostrando una actitud más pesimista hacia el avance de la IA en la generación de noticias.
“La gente es generalmente optimista sobre el uso de la IA generativa en la ciencia y la atención médica, pero más cautelosa sobre su uso en noticias y periodismo, y preocupada por el efecto que podría tener en la seguridad laboral”, explicó el Dr. Richard Fletcher, autor principal del informe, a la BBC.