De los días mismos de la creación de la mítica historia de Frankenstein ha existido una innegable fascinación por un hito concreto de la ciencia y medicina que hasta la fecha se mantiene como relativamente imposible (aunque ha habido avances considerables): el trasplante de cabeza. De hecho se trata de un tema recurrente en las obras de ficción, desde ese legendario libro hasta Futurama. Todos han hablado de eso. Pero ahora, con el furor por los sistemas de Inteligencia Artificial las cosas escalaron a un nuevo nivel. Este es el caso del proyecto BrainBridge.
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En fechas recientes un video viral que muestra un supuesto trasplante de cabeza ha generado gran revuelo en las redes sociales. Aunque el video es a todas luces falso, al principio muchos creían que se trataba de algo real y al final terminó reavivando esta idea de trasplantar una cabeza a otro cuerpo. Ya que con la tecnología actual en ciernes podría convertirse en una realidad a futuro.
De modo que nos encontramos ante un caso raro de un material falso pero conceptual en esencia, que se convierte en la ocasión perfecta para revisar antecedentes más consistentes y reales en ese ramo de la ciencia.
El proyecto BrainBridge viraliza la idea de los trasplantes de cabeza
El video, titulado Head Transplant Machine (Máquina de trasplantes de cabeza) es la ilustración de un concepto denominado como BrainBridge, mismo que fue creado por Hashem Al-Ghaili, un cineasta yemení que desarrollo este material para mostrar cómo podría funcionar un robot asistido por Inteligencia Artificial capaz de realizar este tipo de cirugía aún imposible.
En el material audiovisual se muestra un procedimiento robótico en el que la cabeza de un paciente moribundo se trasplanta a un cuerpo joven y sano con momentos bastantes realistas de por medio. El video ha sido visto cientos de miles de veces en su canal original de YouTube, pero la cifra debe alcanzar millones con las copias circulando en TikTok y otras plataformas:
El video, como es comprensible, ha generado una gran cantidad de comentarios, tanto positivos como negativos. Sumando a aquellos despistados que por un momento viralizaron el material bajo la idea de que se trataba de un nuevo logro de la medicina gracias a la asistencia del poder de la Inteligencia Artificial.
Los trasplantes de cabeza y su turbulenta historia
Técnicamente, el trasplante de cabeza es posible. Como ya compartimos aquí en FayerWayer hace años, en 1970, el neurocirujano estadounidense Robert J. White realizó un trasplante de cabeza en un mono. Donde el sujeto sobrevivió durante varios días, pero finalmente murió debido a complicaciones obvias derivadas de este tipo de procedimiento en pañales.
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Sin embargo, un trasplante de cabeza en un humano sería mucho más complejo y arriesgado. Ya que la médula espinal tendría que ser cortada y reparada, y existe un alto riesgo de infección y rechazo del nuevo cuerpo. Eso sin contar las implicaciones éticas.
Toda la historia del doctor Vladimir Demikhov sirve como punto de partida para este tipo de procedimientos. Fue el creador de algunas “abominaciones” como el perro de dos cabezas. Pero sus experimentos cimentaron las bases de la ciencia actual del trasplante.
Tal vez el punto más crítico de todo esto en el mundo real lo vivimos en 2017, cuando reportamos cómo Xiaoping Ren, el mismo médico asiático que realizó una cirugía de cabeza en un cuerpo de mono, había realizado con “éxito” el primer caso de trasplante de cabeza en un cadaver.
En 2021, también inspirados por las escenas de Futurama publicamos una artículo que recomendamos retomar, sobre si es posible mantener una cabeza con vida fuera de su cuerpo.
Cuál es el futuro del trasplante de cabeza
Es demasiado pronto para decir si el trasplante de cabeza alguna vez se convertirá en una realidad. Sin embargo, el video conceptual de BrainBridge ha reavivado el debate sobre la posibilidad de este procedimiento y las implicaciones éticas que conlleva.
Reconocemos que el material también plantea otras preguntas interesantes sobre el futuro de la medicina. Como si podría ser posible mantener viva una cabeza en una máquina. O si trasplantar una cabeza a un cuerpo de animal sería una opción ética para nuestros días actuales.
Lo cierto es que todo se parece cada vez más a un episodio malo de Futurama.