Hoy, la industria ha crecido y llegado a niveles que hace 40 años parecerían sacados del cine. Existen contenidos para adultos integrados en plataformas de realidad virtual, con experiencias cada vez más inmersivas y personalizadas, o también las creaciones con inteligencia artificial, lo que de igual forma aumenta la oferta.
Por qué no deberías ver “contenidos para adultos” en tu trabajo
Esta práctica, admitida por el 19% de los hombres trabajadores en Latinoamérica, además de ser un problema ético supone una mayor exposición de las empresas ante amenazas cibernéticas como troyanos bancarios y ransomware.
Asimismo, el informe destaca que países como Perú, Brasil, México y Argentina lideran esta tendencia, mientras Chile y Colombia muestran los índices más bajos. Además, revela que otras actividades comunes como revisar el correo personal y utilizar redes sociales durante el horario laboral también incrementan la vulnerabilidad ante ataques cibernéticos.
En la misma línea, la investigación indica que las compras en línea durante horas de trabajo y el uso de dispositivos móviles corporativos en redes WiFi públicas también podrían aumentar la exposición de información confidencial.
¿Qué hacer? Para este caso y para todos, la respuesta siempre estará en ser usuarios educados. Los expertos en ciberseguridad recomiendan que las empresas fortalezcan sus políticas de seguridad y fomenten una cultura de precaución. Las buenas prácticas en línea y la implementación de medidas de seguridad reales son la base para proteger nuestros datos y los de la empresa que nos contrata.
En el ámbito digital actual, la seguridad en los sitios pornográficos en línea se ha convertido en un tema crítico tanto para usuarios como para proveedores de contenido. A pesar de que estos sitios atraen a millones de visitantes diariamente, no todos cumplen con las normas necesarias para proteger la privacidad y los datos de sus usuarios. Los riesgos incluyen desde el malware y el phishing hasta la exposición involuntaria de información personal. Es fundamental que los usuarios verifiquen que los sitios que visitan cuenten con conexiones HTTPS seguras, políticas de privacidad claras y opciones de navegación anónima. Además, se recomienda el uso de software antivirus actualizado y el evitar compartir información personal, para minimizar los riesgos de seguridad.