Hay muchas razones por las que es importante que los grandes líderes tecnológicos hablen a los estudiantes universitarios. Desde inspirar y motivar a jóvenes que están en una etapa crucial de su desarrollo, para perseguir sus sueños y alcanzar su máximo potencial; pasando por compartir conocimiento y experiencia, hasta fomentar la innovación y la creatividad entre los estudiantes exponiéndolos a nuevas ideas y posibilidades.
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El CEO de Microsoft, Satya Nadella por ejemplo, ha dado charlas en universidades de todo el mundo, incluyendo la Universidad de Oxford y la Universidad de Tsinghua. En sus discursos, a menudo se centra en la importancia de la empatía y la inteligencia artificial. Por otro lado, el CEO de Alphabet y Google, Sundar Pichai, ha hablado en varias universidades de los Estados Unidos, incluyendo la Universidad de California, Berkeley y el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Incluso el polémico Elon Musk ha hablado en varias universidades, incluyendo la Universidad de Pensilvania y la Universidad del Sur de California. Y uno que no podía faltar en esta lista es Mark Zuckerberg, el rostro detrás de Meta. Recientemente, Zuckerberg se dirigió a la generación 2017 de la Universidad de Harvard, con un discurso que no solo emocionó sino que también desafió a los recién graduados a buscar un propósito mayor y contribuir a un mundo más unido y justo.
En búsqueda del propósito
Zuckerberg, quien recibió un título honorario de la prestigiosa institución, comenzó su discurso con un tono de humor, bromeando sobre su propia incapacidad para terminar su carrera en Harvard. “Estoy honrado de estar aquí porque, seamos realistas, ustedes hicieron algo que nunca pude. Y si logro este discurso, será la primera vez que termino algo en Harvard”, dijo, provocando risas entre los asistentes.
El tono cambió rápidamente cuando Zuckerberg abordó temas de gran peso social y político. Habló sobre la necesidad de modernizar la democracia, sugiriendo la introducción del voto en línea para ampliar la participación ciudadana y la implementación de un salario base universal acompañado de un sistema de seguridad social flexible.
Con la voz entrecortada por la emoción, recordó la historia de un estudiante indocumentado que temía no poder acceder a la educación superior. “Si un joven que no está seguro de lo que el futuro le depara y aún así su propósito es lograr la justicia social, entonces los demás también deberían hacer su parte y ayudar a crear un mundo mejor”, expresó Zuckerberg.
El fundador de Facebook también hizo referencia a la película “The Social Network”, desmintiendo con humor la idea de que las ecuaciones matemáticas se escriben en los vidrios. “Nadie escribe ecuaciones matemáticas en los vidrios. Eso es un engaño más de las películas”, comentó, generando carcajadas entre la audiencia.
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Zuckerberg instó a los graduados a tomar acción, incluso frente al miedo al fracaso. “Las ideas no surgen completamente formadas. Se hacen claras conforme las trabajas. Sólo tienes que empezar”, aconsejó, añadiendo que “estamos tan asustados de cometer algún error, que ignoramos todas las cosas malas que hay hoy si no hacemos nada”.
En un mundo marcado por la inestabilidad y las divisiones causadas por la globalización, Zuckerberg llamó a luchar por la libertad, la apertura y la comunidad global contra las fuerzas del autoritarismo y el nacionalismo. “No es una batalla entre naciones, es una batalla de ideas”, declaró.
Para concluir, Zuckerberg reflexionó sobre el significado del éxito y el progreso. “Deberíamos de tener una sociedad que no sólo mida el progreso en índices como el PIB, sino en cuántos de nosotros tenemos un rol que nos resulte significativo”, dijo, y recordó las múltiples rechazos que enfrentaron figuras como J.K Rowling y Beyoncé antes de alcanzar el éxito.
El discurso de Zuckerberg en Harvard no solo fue un llamado a la acción para los jóvenes graduados, sino también un recordatorio de que el propósito y la comunidad son fundamentales para la felicidad y el progreso de la sociedad.