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Este superfan de Apple tiene una colección brutal de miles de dólares y le rinde culto a Steve Jobs

Conoce la historia de David Freeman, un padre soltero que vive cada segundo amando la historia de Apple y Steve Jobs. Hasta nombró a su hija Lisa.

El mundo está lleno de fanáticos de Apple que a lo largo de las décadas han amado la trayectoria de esta compañía, no sólo por el impacto que tuvo para la industria tecnológica, sino también por la trascendencia de cada producto y era de la empresa en la cultura popular global. En donde Steve Jobs se mantiene como una figura de culto hasta nuestros días, con miniseries, películas, libros, figuras de colección y muchos más artículos en torno a su figura.

Hace poco, por ejemplo, fuimos testigos de cómo terminó aquella legendaria anécdota iniciada en 1983, donde Jobs, en su rol como CEO de Apple, se negó a regalar un autógrafo, explicando sus motivos mediante una carta corporativa firmada que entregó a un sujeto y que cuarenta años después logró subastar por casi medio millón dólares.

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De modo que, en un mundo donde las estrellas del pop y los actores acaparan la atención como megafans, tenemos ahora el curioso caso de un padre soltero de Kansas, en Estados Unidos, que ha sido coronado como el superfanático de Apple número uno del mundo.

Todo gracias a una colección insuperable de artículos de colección en torno a la compañía de Cupertino. Aquí te compartimos su historia.

David Freeman es el fan más grande de Apple y Steve Jobs en el planeta

Todo parte de un brutal artículo publicado por el diario británico del Daily Mail, en donde nos cuentan la historia de David Freeman, un ingeniero de software de 29 años, superó a 1.000 competidores en un concurso global organizado por la gente de SellCell, un popular sitio dedicado a la venta en línea de smartphones y dispositivos inteligentes.

Freeman entró a este concurso llamado World’s Ultimate Apple Superfan, o el superfan de Apple más grande en el mundo, para terminar arrasando con todos los demás en la competencia, todo gracias a su impresionante colección de más de 100 dispositivos Apple que adornan su hogar entre muchos otros detalles.

El santuario de Freeman, valorado en la cantidad de USD $36.000, alberga piezas tan preciadas como un par de gafas diseñadas por el ex optometrista de Steve Jobs. Un iPhone, iPod, iPad, etc. de cada generación, libros, cuadros, computadoras Mac y mucho más.

Pero la devoción de David por la empresa de tecnología no se limita a lo material, ya que incluso nombró a su hija Lisa en honor a la hija del cofundador de Apple:

“Me siento increíblemente orgulloso y honrado de poder llevar este título al país de origen de Apple, Toda una vida en la que me llamaron una ‘oveja de Apple’ finalmente ha dado sus frutos. Apple es mucho más que una simple empresa para mí. Es una comunidad y un ecosistema que toca muchos aspectos de mi vida.

Cada vez que Tim Cook sube al escenario para presentar un nuevo producto se siente como la mañana de Navidad.”

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De dónde salió este megafan de Apple

La pasión de Freeman por Apple se remonta a su adolescencia, cuando escribía cartas a Steve Jobs. Inspirado por esa anécdota de cómo el propio Jobs cuando era estudiante contactó al legendario Bill Hewlett, para pedirle componentes electrónicos de repuesto, lo que terminó en una pasantía dentro de HP, lo que bien podría ser considerada la semilla que dio origen a Apple.

Con Freeman no sucedió así, siempre recibió cartas del asistente personal de Jobs y no conserva ni una sola de esas misivas en donde jamás fue posible contactar directo a Steve. Pero sí fue coleccionando diversos productos de la compañía a lo largo de los años.

Hoy en día incluso la casa de David es un homenaje a su pasión por Apple. Cada habitación está pintada con uno de los seis colores del logotipo original de la empresa, y cada puerta, ventilador, cerradura, cámara y televisor se controla mediante la tecnología HomeKit.

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Incluso Siri se encarga de abrir el garaje y regular la calefacción. Así que la gente de SellCell no tuvo opción más que otorgarle el primer lugar del concurso con todo su anhelado premio: un nuevo Apple Watch Serie 9.

La historia de David Freeman es un testimonio del poder de las pasiones y la capacidad de los fans para crear conexiones profundas con las marcas que aman. Es un absoluto devoto de Apple.

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