Los robots con forma de animales son conocidos como robots biomiméticos y forman parte de una fascinante rama de la robótica que busca imitar la forma, el movimiento y el comportamiento de los animales del mundo natural. Estos robots tienen una amplia gama de aplicaciones potenciales, desde el cuidado de la salud y la asistencia hasta la exploración espacial y el entretenimiento.
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Hay una gran variedad de robots con forma de animales, cada uno con sus propias características y aplicaciones únicas, como perros, serpientes, peces, pájaros e insectos. A medida que la tecnología avanza, estos robots se volverán más sofisticados, capaces y autónomos.
De hecho, esta semana se conoció la noticia de la puesta a la venta del “Thermonator”, un perro robot lanzallamas que ha generado un gran debate en las redes sociales por sus potenciales peligros. Este producto, fabricado por la compañía Throwflame con sede en Ohio, ya había sido anunciado el verano pasado y ahora finalmente está disponible en el mercado.
Un precio elevado y un uso controversial
El Thermonator tiene un precio de 9.420 dólares, lo que equivale a unos 9 millones de pesos chilenos. Su principal función, según Throwflame, es la prevención y control de incendios forestales, la gestión agrícola, la conservación ecológica, la remoción de nieve y hielo, y el entretenimiento y efectos de sonido.
Sin embargo, muchas personas han expresado su preocupación por el potencial uso del Thermonator como arma, especialmente teniendo en cuenta que los lanzallamas no están regulados en 48 estados de los Estados Unidos.
Las críticas al Thermonator se basan en la facilidad con la que podría ser utilizado como arma por personas con malas intenciones. Además, se cuestiona la falta de regulación de este tipo de productos en Estados Unidos, donde a pesar de que se han registrado casos de ataques con lanzallamas, las agencias federales no los consideran armas de fuego.
El Thermonator tiene un alcance de unos 10 metros, funciona mediante una batería que dura aproximadamente una hora y tiene conexión bluetooth y wifi para controlarlo desde un smartphone.
La puesta a la venta del Thermonator ha abierto un debate sobre la responsabilidad de las empresas que fabrican este tipo de productos, la necesidad de una regulación más estricta para los lanzallamas y los posibles peligros que representan estos dispositivos en manos equivocadas.