Los muchachos de Bélgica lo volvieron a hacer. Son los reyes de la cerveza y lo demuestran con cada invención que hacen relacionada a la famosa bebida a nivel mundial. No conformes con desarrollar un sistema de tuberías por el que sale el líquido favorito de Homero, ahora desarrollan una inteligencia artificial capaz de ayudarte a elegir la de mejor calidad en un bar.
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Expertos del KU Leuven, Centro de Microbiología VIB-KU Leuven y del Instituto de Investigación de la Cerveza de Lovaina (todo en Bélgica) entrenaron a un mecanismos de aprendizaje automático para que ayude a los usuarios a seleccionar la mejor cerveza.
Lo mejor es que este mismo sistema de inteligencia artificial es productivo para los fabricantes, que ahora tendrán una herramienta para realizar un producto más óptimo. Homero está feliz.
No es fácil ofrecer o elegir una buena cerveza. Con la llegada de la industria artesanal (que en algunos casos se han industrializado) el número de consumidores de birra creció, pero la variedad en los gustos de cada persona se multiplicó en grandes cantidades.
Entonces, sí, hay más gente tomando cerveza, pero también hay más tipos y la que le gusta a un grupo de gente, para otro puede ser horrible en cuanto a sabor, textura o robustez. Los científicos de Bélgica, a quienes consideramos como los varones de la cerveza, buscaron encontrar ese punto medio en el que puedan llegar a encontrar todos los elementos para hacer una birra perfecta.
Y que además, el hallazgo estuviese soportado bajo un argumento científico. Estudiaron con detalles minuciosos la parte química de las cervezas más populares. Midieron las concentraciones de los lúpulos (sabores frutales de las cervezas) y hasta los sentidos de aromas de las bebidas.
Predecir el sabor de una cerveza un enmarcarlo en una fórmula exacta es muy difícil, por la amplia variedad de estilos que hay. “Quería tener una descripción más neutral y científica de las diferentes cervezas del mundo”, dijo Kevin Verstrepen, profesor de la KU Leuven y director del Centro de Microbiología VIB-KU Leuven y del Instituto de Investigación de la Cerveza de Lovaina, según reseña Bio Bio.
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Conformaron un equipo de 15 expertos (imaginamos que ninguno se negó a trabajar en este proyecto) para poder entrenar a la inteligencia artificial.
“Fue un esfuerzo verdaderamente hercúleo. Comenzamos el proyecto con menos de 100 cervezas y rápidamente nos dimos cuenta de que no sería suficiente para capturar la increíble diversidad cervecera de Bélgica, por lo que terminamos analizando 250 cervezas”, dijo el Dr. Miguel Roncoroni, quien dirigió los análisis químicos y panel de cata.
Luego de cinco años trabajando encontraron que la clave de una buena cerveza está en las concentraciones químicas y este elemento se puede introducir a un sistema de datos para que una inteligencia artificial tome esos patrones y así elija la mejor cerveza, tanto para un consumidor, como consejos a un fabricante para su producción.
Los resultados del estudios fueron aplicados a una marca comercial de cervezas en Bélgica y la calidad mejoró considerablemente.
“Nuestro mayor objetivo ahora es hacer una mejor cerveza sin alcohol. Usando nuestro modelo, ya hemos logrado crear un cóctel de compuestos aromáticos naturales que imitan el sabor y el olor del alcohol sin riesgo de resaca”, explicó el profesor Verstrepen.
