En los últimos años, la humanidad ha enfrentado una serie de crisis que han desafiado tanto la resiliencia como la capacidad de respuesta global. Una de las más prominentes ha sido la crisis climática, marcada por fenómenos climáticos extremos, aumento de las temperaturas globales y desastres naturales devastadores. Los efectos del cambio climático se han hecho sentir en todo el mundo, desde incendios forestales sin precedentes en Australia y California hasta huracanes cada vez más intensos en el Caribe y el Golfo de México, lo que ha puesto de relieve la necesidad urgente de acciones colectivas para mitigar y adaptarse a los impactos del calentamiento global.
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Por otro lado, en nuestra vida diaria sigue patente la pandemia de COVID-19, que emergió como una crisis de salud pública y socioeconómica sin precedentes en el Siglo XXI. El brote de este virus altamente contagioso sigue desencadenando una serie de desafíos, incluyendo la sobrecarga de sistemas de salud, la pérdida masiva de vidas, el cierre de fronteras y la disrupción de la actividad económica a nivel mundial.
¿Cuál será la siguiente gran crisis que enfrentará la humanidad, según Elon Musk?
Y el ya archi conocido Elon Musk, magnate y propietario de Tesla y SpaceX, advierte que la próxima crisis global podría ser la falta de electricidad. Esta preocupación se centra en la deficiente capacidad eléctrica de las ciudades para satisfacer la creciente demanda de energía. Recientemente, The New York Times informó que la demanda mundial de energía eléctrica está desafiando los límites de las redes eléctricas, lo que podría poner en peligro los objetivos de lucha contra el cambio climático de muchos países.
Factores como el crecimiento del Data Cloud, el avance de la inteligencia artificial (IA), los vehículos eléctricos y la criptominería están ejerciendo una presión adicional sobre las redes eléctricas existentes, llevándolas al límite. Elon Musk apuntó a que este crecimiento simultáneo de la movilidad eléctrica y la IA está generando una demanda excesiva de generación de energía eléctrica.
En cuanto a las soluciones, planteó la construcción de nuevos centros de generación eléctrica. Sin embargo, dada la alta demanda, es probable que se recurra nuevamente a fuentes de energía más contaminantes como el gas, el carbón y la hidroeléctrica, lo que empuja hacia un enfoque híbrido en el sistema energético para asegurar su funcionalidad.
Este dilema pone de manifiesto el compromiso limitado de las autoridades mundiales en la lucha contra el cambio climático, ya que muchos países se habían propuesto reducir drásticamente el uso de energías contaminantes. La próxima crisis de falta de electricidad plantea desafíos importantes en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
