Elon Musk es una figura reconocida en la actualidad debido al éxito de empresas como Tesla, SpaceX o más recientemente por adquirir Twitter y rebautizar dicha red social como X.
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No obstante, el magnate también ha llamado la atención de la empresa por su ética y problemas legales con ex empleados. Tanto así que actualmente enfrenta demandas colectivas que suman cientos de millones de dólares.
Un turbulento 2024 para Elon Musk
Si bien esto es pan de cada día para un empresario de la magnitud de Musk, las demandas se intensificaron luego de realizar despidos masivos en X, que llevaron al multimillonario ante la justicia, acusado de evadir indemnizaciones por despido.
Recordemos que luego de asumir el control total de Twitter, el empresario sudafricano redujo drásticamente la cantidad de trabajadores al interior de la compañía, pasando de 7.500 empleados a aproximadamente 1.300.
Y por supuesto, las personas afectadas se están haciendo escuchar a través de acciones legales, incluyendo una demanda que supera los 500 millones de dólares por concepto de indemnizaciones no pagadas a ex ingenieros y directivos.
Para este último, serán los tribunales de Delaware, donde ya Musk ha enfrentado desafíos legales previos, quienes decidan el futuro de este caso.
Pero eso no es todo, ya que existe otra gran demanda integrada por otros ex miembros del equipo de Twitter que acusan fraude y violación de contrato, subrayando que Musk no tuvo intención de cumplir los acuerdos pactados.
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Tesla y SpaceX no se quedan atrás
Además de los desafíos legales que atormentan a X, la planta de automóviles Tesla en Fremont se enfrenta a una demanda colectiva de casi 6 mil empleados por discriminación y racismo, un tema que ha estado generando controversia y atención mediática.
Por su parte, SpaceX se encuentra en medio de una batalla legal derivada del despido de empleados que criticaron públicamente la conducta de Musk. Para dicho caso, en un giro inesperado, SpaceX optó por demandar a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), marcando así su estrategia defensiva ante los empleados.
Con todo, se nota que este no será un año fácil para Elon Musk. Los millones que arriesga en el estrado, sumado a la pérdida de confianza y de credibilidad por parte de sus miles de empleados amenazan su imperio.
A menos que cambie de estrategia y se asesore con expertos en ética laboral, este panorama sólo podría empeorar.