Los asistentes digitales son cada vez más populares. Tecnologías como Alexa o Siri facilitan el día a día, revolucionando la interacción dentro de los hogares.
Preguntas tan sencillas como saber el clima o colocar música es algo incorporado en estas asistentes. No obstante, existen ciertos temas que es mejor no tocar con Alexa o Siri, más que nada para proteger nuestra privacidad, integridad y seguridad.
Información sensible
Las personas que poseen su propio asistente del hogar saben que es muy fácil caer en una relación de dependencia. Son tan útiles que a veces olvidamos que están en la red, y que por lo tanto podrían sufrir vulnerabilidad de seguridad.
Por eso, solicitar a estos dispositivos el manejo de datos confidenciales, como números de tarjetas de crédito o contraseñas, es un riesgo evitable y que jamás deberías dictar por comando de voz.
Indagar en la privacidad de terceros
Otro punto importante es evitar preguntas que invadan la privacidad de otras personas, aunque esa información esté en internet.
Investigar sobre detalles personales de terceros sin su consentimiento va en contra de la ética de privacidad digital, por lo que Alexa o Siri podrían molestarse y no responder a las dudas.
Para evitar eso, recomendamos no inmiscuirse en la vida de los demás y mucho menos hacerlo con ayuda de estas tecnologías.
Salud personal
Cuando se trata de preocupaciones médicas, es importante recordar que Alexa y Siri no pueden sustituir el consejo profesional de un doctor.
Por eso, recurrir a estos asistentes para diagnósticos o consejos sobre síntomas puede llevar a interpretaciones erróneas y a malos ratos que se pudieron haber evitado.
Si bien ambas asistentes pueden dar consejos básicos, como cuál calzado elegir a la hora de correr, no pueden recetar pastillas o decir qué enfermedad padeces.
Preguntas pero con respeto
Los asistentes están programados para en general responder de forma cortés, pero aquello no es razón para que formulemos preguntas ofensivas o groseras.
Curiosamente estas tecnologías no aceptan malos tratos ni los celebran. Por eso, pedir por favor y gracias es fundamental.
Pero más valioso aún es evitar preguntas irrespetuosas. Es recomendable evitar cualquier pregunta o comentario que perpetúe estereotipos o caigan en discriminación para mantener una relación sana.
La más obvia: Actividades ilegales
Finalmente, pedir ayuda para realizar acciones ilegales no sólo es éticamente incorrecto, sino que también puede acarrear consecuencias legales.
Desde acosar a otras personas hasta solicitar ayuda para construir bombas, lo cierto es que Alexa o Siri podrían ser de gran ayuda para desarrollar actividades ilícitas. Pero todo ello es penado por la ley y no deberías hacerlo.
Es importante usar estos asistentes de manera responsable y no caer en plantear estafas o delitos. Esto permitirá tener una relación larga y fructífera con la tecnología que sólo llegó para hacernos la vida cotidiana más fácil, no a transformarla.