El avance de la inteligencia artificial parece no tener un fin. Desde su lanzamiento y posterior masificación, lo cierto es que esta tecnología no ha dejado de sorprendernos. Y a unos cuantos más que sorprendidos, están preocupados.
Uno de ellos es Eliezer Yudkowsky, cofundador del Machine Intelligence Research Institute en Berkeley, California, quien lleva un tiempo advirtiendo sobre una amenaza inminente: una potencial rebelión de la inteligencia artificial (IA) que podría significar el fin de la humanidad.
Tanto así que su postura es más que clara: “Tenemos una mínima posibilidad de supervivencia”, afirma.
Safely aligning a powerful AGI is difficult.
— Eliezer Yudkowsky ⏹️ (@ESYudkowsky) December 4, 2018
El potencial de la IA para sobrepasar el control humano
En una reciente conversación con The Guardian, el investigador se refirió a un futuro en el que las IA operen con una velocidad y complejidad tal, que se asemejaría a enfrentarse a “una civilización alienígena que piensa mil veces más rápido que nosotros”.
“La IA no debe considerarse como un cerebro encerrado en una caja que hace lo que se le pide, porque una IA más avanzada que los humanos encontrará formas de salir de la caja”, sentenció el experto.
Con una mezcla de seriedad y preocupación, Yudkowsky sugirió que este escenario distópico podría estar más cerca de lo que imaginamos. Tanto así, que podrían faltar sólo unos años de enfrentar dichas consecuencias catastróficas.
“Si me pones contra una pared y me obligas a poner probabilidades a las cosas, tengo la sensación de que nuestro tiempo restante actual se parece más a cinco años que a 50 años. Podrían ser dos años, podrían ser diez”, reveló.
Pero el mayor problema no sería ese, sino la apatía general. Y es que la postura de Yudkowsky ha generado un amplio debate, contrastando con las preocupaciones de otros expertos que se centran más en el impacto socioeconómico de la IA que en el riesgo de una amenaza existencial.
“La tecnología no es algo introducido por un dios celestial que vela por nuestros intereses. El desarrollo tecnológico está condicionado por el dinero, por el poder y, en general, por los intereses de los que tienen el poder y no por los de los que no lo tienen”, rebatió en el mismo artículo la artista y escritora estadounidense, Molly Crabapple.