El auge de la inteligencia artificial poco a poco nos va llevando hacia la humanización de las máquinas. Científicos quieren que los sistemas computarizados o digitales interactúen al mismo nivel de una persona y para eso utilizan a un bebé como el mejor maestro para que un robot aprenda a hablar en el futuro.
¿Qué mejor maestro para enseñar a hablar, que un bebé que aprende un idioma en un par de años? La lengua nativa de una persona se incorpora en nuestro sistema por la misma cotidianidad. Es por eso que científicos de la Universidad de Nueva York pusieron un casco con sensores en un infante para que estos captaran la percepción del pequeño y luego introducir esos algoritmos en la inteligencia artificial
Una reseña de The Conversation informa que los sensores fueron puestos en un bebé por medio de un casco y cámara. El pequeño tuvo este dispositivo entre los 6 y 25 meses. Se grabaron unas 61 horas en las que el infante registró unas 250.000 palabras.
Todos sabemos que un niño aprende palabras relacionándolas con cosas que ve. Por ejemplo: baño o agua se aprenden de la mano de las necesidades fisiológicas y lo que se ve. Pero ahora los científicos tienen un algoritmo de ese proceso para poder introducirlo en un sistema de aprendizaje automático.
Ahora se tienen esos bancos de datos e información y deben plantearse un método para poder ejecutarlos a un sistema de programación. Falta mucho, pero este es el inicio de la humanización de las máquinas. Científicos podrán crear un robot que tenga su propio proceso de aprendizaje a medida que avance el tiempo de su existencia.