A lo largo de la historia, las profecías sobre el fin del mundo se han masificado pero no cumplido. Profetas, científicos, viajeros en el tiempo, líderes espirituales e incluso la Inteligencia Artificial se han arriesgado a ponerle fecha al juicio final.
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En ese contexto, uno de los más conocidos videntes del apocalipsis fue Nostradamus, boticario francés que vivió entre el 1503 y 1566, y que a la fecha continúa resonando por sus visiones del futuro.
Nostradamus y su visión del futuro
Nacido bajo el nombre de Michel de Notre-Dame, pero conocido popularmente como Nostradamus, publicó en 1555 su texto llamado “Las Profecías”, un compendio de 900 páginas que recopilaba sus visiones sobre el futuro y lo que pasaría
Lo curioso es que acertó en más de una predicción, como el ascenso de Hitler o el 11 de septiembre, por lo que sus profecías han sido objeto de análisis y debate durante toda la historia.
Y ahora, una predicción para 2024 nos llama la atención: La posibilidad de un devastador terremoto en California, Estados Unidos.
Específicamente, interpretaciones de las cuartetas de Nostradamus sugieren que el “Sol veinte de Tauro”, que correspondería al 20 de mayo, podría ser la fecha en que un cataclismo afectará a California, incluyendo zonas como Los Ángeles o Hollywood.
Qué dicen los expertos
Si bien los especialistas en sismología recalcan la imposibilidad de predecir un terremoto con tanta precisión, sí reconocen la importancia de estar preparados ante las posibilidades de que esto ocurra.
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Pero hay un punto en el planeta que sí genera preocupación en la comunidad científica: La Falla de San Andrés.
Y es que según el Servicio Geológico de Estados Unidos, California podría ser lugar en que se desate el temido “The Big One”, un terremoto masivo y esperado, con una magnitud superior a 8, originado esta zona de alta tensión tectónica.
Es por ello que el sur de la Falla de San Andrés es especialmente estudiado por los expertos. Su historial sísmico es otro punto clave: Ya han transcurrido más de 300 años desde el último gran terremoto, por lo que un cataclismo podría estar cada vez más cerca de ocurrir.
Con todo, si bien no podemos anticipar y nadie quiere un terremoto de la magnitud que predijo Nostradamus, seguiremos atentos esperando que esta vez el vidente se haya equivocado.