La compra de Twitter por Elon Musk, en un escenario absolutamente imprevisto y casi forzado, pasará a la historia como una de las peores decisiones financieras de todos los tiempos en el sector IT, que terminó fastidiando a todos: a los usuarios, los creadores, al mundo y al hombre que pagó USD $44 mil millones por una empresa que ya perdió por lo menos el 70% de su valor.
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Pero apenas en días recientes ha salido a la luz, de manera indirecta, una de las consecuencias menos analizadas en este desastre: cómo la compra de Twitter terminó dinamitando a la larga el poder de decisión del propio Elon sobre su compañía más importante y de la que depende su fortuna: Tesla Motors.
Como ya lo analizamos en su momento, para poder financiar la cifra monumental del costo de compra de Twitter, el magnate tuvo que recurrir a diversas estrategias de financiamiento. Ya que si bien es “el hombre más rico del mundo” su liquidez no es tan sustancial ya que su fortuna está distribuida en valores bursátiles y activos.
De modo que Elon Musk tuvo que vender un montón de acciones de Tesla para obtener dinero indispensable para la comprar de la red social que ahora nadie quiere. Pero esto trajo una consecuencia que ahora le pasa factura: la perdida de poder decisión sobre la junta directiva de la firma automotriz.
Elon Musk quiere recuperar el control sobre Tesla Motors luego del fiasco de Twitter
La compra de Twitter por parte de Elon Musk ha tenido un impacto negativo en su participación en Tesla, la empresa que lo hizo multimillonario.
Hace un par de años el millonario vendió alrededor de USD $22.900 millones de dólares en acciones de Tesla para financiar la compra de Twitter, lo que redujo su participación en la empresa de automóviles eléctricos del 22% al 13%.
Y así fue como el muchacho navegó por la situación durante años, pero en un tuit reciente Musk expresó su inquietud por tener una participación tan pequeña en Tesla:
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“Me siento incómodo haciendo de Tesla un líder en inteligencia artificial y robótica sin tener alrededor del 25% de control de voto. Lo suficiente para ser influyente, pero no tanto como para que no puedan derrocarme”.
Eso fue lo que escribió y en primera instancia muchos lo pasaron por alto, pero en realidad era la manifestación directa de que Elon había perdido su poder de decisión sobre Tesla y ahora quería recuperarlo.
El drama va en que Musk prácticamente ha amenazado de forma velada que si no se cumple su deseo podría salir y fundar otra compañía que haga competencia a Tesla.
Pero ya vimos cómo le funciona eso. Al parecer el peor error financiero de Elon Musk fue comprar Twitter, renunciando de paso al control sobre su compañía clave.
