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No da la hora, marca la eternidad: Así es el reloj de Jeff Bezos que cuesta 42 millones de dólares

Más conocido como el ‘Reloj de los 10.000 años’.

Jeff Bezos
Jeff Bezos Jefe de Blue Origin

El fundador de Amazon es más que un empresario. Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, también es todo un excéntrico y no intenta ocultarlo.

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Recientemente, el hombre detrás de Blue Origin posó para la revista Vogue junto a su novia latina, Lauren Sánchez.

En la sesión se dio a conocer un proyecto inusual y monumental de Bezos: un reloj de 42 millones de dólares conocido como el ‘Reloj de los 10.000 años’.

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¿Tiempo después del tiempo?

Este reloj, lejos de marcar las horas o los días, está diseñado para medir el tiempo en siglos y milenios, representando una perspectiva a largo plazo del tiempo y la civilización.

Concebido por el profesor del MIT Danny Hillis en 1989, es un símbolo de pensamiento a largo plazo y un recordatorio de la continuidad de la humanidad, según explicó Bezos en un podcast.

Asimismo, el reloj no utiliza tecnología digital moderna; en su lugar, opera mediante un sistema de lógica digital binaria implementada de manera mecánica a través de ruedas y palancas.

Pero qué tiene que ver con el fundador de Amazon

Jeff Bezos se sintió atraído por el significado filosófico del proyecto y decidió apoyarlo con una inversión de 42 millones de dólares.

El reloj se encuentra en una enorme cavidad de 152 metros de altura, excavada en piedra caliza, en Sierra Diablo, Texas, cerca del rancho de Bezos y la base de pruebas de Blue Origin.

Claro que este lugar fue elegido intencionalmente para dar al reloj un carácter místico, haciendo de su visita un ‘peregrinaje’.

El ‘Reloj de los 10.000 años’, según enfatizó Bezos en su entrevista con Lex Fridman, invita a la reflexión sobre el impacto a largo plazo de nuestras acciones y decisiones actuales.

De hecho, Bezos comparó este enfoque con la conciencia ecológica que surgió de la famosa fotografía ‘Blue Marble’ de la Tierra, tomada por la tripulación del Apolo 17, por lo que demostró sentirse satisfecho con su curiosa inversión.

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