Steve Jobs, el icónico CEO de Apple, no era inmune a los imprevistos tecnológicos.
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En la recordada Keynote de 2010 donde se presentó el iPhone 4, Jobs se enfrentó a un importante problema de WiFi, que no permitiría seguir con la presentación.
Aunque las Keynotes de Apple siempre han sido meticulosamente planificadas, este episodio demostró que incluso un genio como Jobs podía enfrentarse a situaciones que no se pueden controlar.
Cuando Steve Jobs se salió del libreto
En ese histórico evento, mientras Jobs intentaba demostrar la resolución de las pantallas retina del iPhone 4, la conexión de internet se ralentizó significativamente.
“Me pueden ayudar si se desconectan del WiFi, lo agradecería. [Risas del público] No sé qué está pasando con nuestras redes, me temo que no les podré mostrar mucho de esto hoy”, dijo Jobs, lo que quedó registrado pasados los 10 minutos del evento:
Ante la tensión, Jobs rápidamente adaptó la presentación y continuó mostrando fotos guardadas localmente.
Sin embargo, pasados los minutos, volvió a referirse a los problemas de conexión: “Ya sabemos por qué la demo ha fallado. Hay 570 puntos de acceso WiFi operando en esta sala. No podemos aguantarlo. Tenemos dos opciones: o apagamos todos esos dispositivos y vemos las demos o nos rendimos y nos quedamos sin ver las demos. ¿Quieren ver las demos o no?”.
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Así, Jobs pidió a los asistentes que apagaran sus dispositivos y desconectaran sus puntos de acceso WiFi para permitir que la demostración continuara sin problemas.
Y continuó: “Vamos a encender las luces del auditorio. Bloggers, apaguen todos los puntos de acceso WiFi y todos los portátiles. Pónganlos en el suelo. Vigílense los unos a los otros (...) Si quieren ver las demos, no vamos a poder hacerlo a menos que lo apaguen todo y lo pongan en el suelo”.
Con una mezcla de humor y autoridad, Jobs insistió para que la audiencia cooperara.
Entre risas, el cofundador de Apple logró su cometido casi al 100% y presentó la primera llamada FaceTime, dejando una marca imborrable en la historia de las keynotes de Apple.
Esta anécdota fue una lección de humildad para la compañía, y desde entonces, con la evolución de las redes de Wi Fi y la inclinación a realizar eventos pregrabados, es ciertamente improbable que vuelvan a pasar este tipo de imprevistos en las keynotes de la compañía.