Internet

Bill Gates viajaba en clase turista aunque tenía dinero para comprar el avión: una lección sobre riqueza

El cofundador de Netflix, Marc Randolph, escribe una interesante reflexión sobre el hábito de Bill Gates de no volar en primera clase.

Bill Gates, en su papel como cofundador de Microsoft y uno de los pocos visionarios que advirtió lo que le terminó sucediendo al mundo en el año 2020, se ha convertido en un referente obligado.

No sólo para la comunidad amante de la tecnología, sino para la sociedad en general, que ha encontrado en este sujeto una suerte de guía sobre distintos tópicos.

Publicidad

Y es que el buen Bill está repleto de momentos torcidos y anécdotas imperdibles. Como el hecho de que alguna vez fue arrestado o esa curiosa regla interna que mantenía en su hogar, donde ninguno de sus hijos podía usar un Smartphone hasta no cumplir los 14 años de edad.

Pero la historia que les vamos a compartir hoy es un poco más curioso, ya que parte de un peculiar hábito que tenía Bill Gates en sus días como alto ejecutivo y virtual dueño de Microsoft, cruzado con una interesante reflexión que este hecho detonó en uno de los fundadores de Netflix.

Y es que tal vez usted no lo sabe, estimado lector, pero en el pasado este hombre, que se encontraba entre los más ricos del mundo, en realidad prefería volar pagando los boletos de la tarifa básica.

¿Por qué Bill Gates se negaba a comprar vuelos de primera clase cuando tenía dinero suficiente como para comprar medio aeropuerto? La respuesta es casi inspiradora.

Bill Gates y su costumbre de no pagar por un vuelo de primera clase

Marc Randolph, uno de los cofundadores de Netflix acaba de publicar una cálida e interesante pieza editorial para Entrepreneur en donde recuenta cómo antes Bill Gates se negaba a volar en primera clase y siempre prefería comprar boletos de vuelos en su tarifa más baja.

El motivo era simple en principio. El cofundador de Microsoft, creía que no había en realidad una buena relación entre costos y beneficios.

Un boleto para un vuelo en primera clase suele tener un precio entre cinco o seis veces más caro que el más económico, pero para Gates era apenas sólo un poco mejor.

A eso se le sumaba el hecho de que se trata siempre de exactamente el mismo avión, por lo que todos llegarían al mismo tiempo a su destino. A la par que las amenidades extra son difíciles de disfrutar en plenitud, sobre todo en un viaje de trabajo o negocios.

Publicidad

Randolph en su columna analizó este hábito de Gates y terminó aterrizando una reflexión llamativa sobre la concepción de la verdadera riqueza:

“Entonces, ¿para qué sirve la riqueza al final? Además de brindar seguridad, también brinda flexibilidad. Después de todas las experiencias que he tenido al cofundar Netflix e invertir en muchas grandes empresas, lo más importante que he aprendido sobre el dinero es que una vez que tienes suficiente (según la definición anterior), puedes elegir tener menos. Pero a cambio de elegir cómo gastar tu tiempo.

Y dedicar tu tiempo a hacer algo significativo para ti... eso vale mucho más que un Maserati.”

A final de cuentas tanto el coche como el avión sirven para llegar del punto A al punto B. Pero lo que se hace con el tiempo a veces es más importante que el dinero.

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último