La revolución de las máquinas estuvo a punto de comenzar, y por un simple hecho democrático se pausó por unos años. En un municipio de Japón, un robot llegó tercero en las elecciones para la alcaldía. El brillante dispositivo sacó un elevado porcentaje de votos y le ganó a 8 de 11 candidatos. Esta es la curiosa historia de Michihito.
En las elecciones municipales de abril de 2018, Michihito Matsuda (sí, claro que tiene apellido), un robot humanoide desarrollado por la empresa japonesa Kokoro Corporation, se postuló para alcalde de la ciudad de Tama, en la prefectura de Tokio.
Michihito, con sus propuestas de mejoras en la ciudad, recibió 4.013 votos, lo que lo convirtió en el tercer candidato más votado en una carrera de 11 candidatos.
La campaña de Michihito fue un evento notable en la historia de la robótica. El robot demostró que es posible que los robots se postulen para cargos públicos y que puedan generar un interés significativo entre los votantes.
Como no podía ser de otra manera, Michihito representó al Partido Liberal Democrático de Japón.
El simple hecho de su campaña, y que se fuese a presentar en las elecciones, fue motivo para provocar un inmenso debate sobre el papel de la inteligencia artificial en la política.
Algunos expertos argumentaron que los robots no son adecuados para cargos públicos, ya que no tienen la capacidad de comprender las necesidades de los ciudadanos. Otros expertos argumentaron que los robots podrían ser una fuerza positiva en la política, ya que podrían ser más eficientes y objetivos que los políticos tradicionales.
Recuerden que esto sucedió en el 2018, cuando la inteligencia artificial con la que funcionan chatbots como ChatGPT de Open AI o Bard de Google no existían. Ahora, con estos mecanismos integrados, la robótica suma una característica en su favor para que, posiblemente en el futuro, regresen a las elecciones con un candidato más fuerte.
