El uso de los equipos para el desarrollo de la tecnología requiere del consumo de recursos naturales. Algunos justifican con beneficios para la humanidad, pero hay otros que simplemente se ven como un atentado contra el medioambiente. No sabemos en cuál de los dos grupos se encuentra el ChatGPT, de OpenAI que funciona por medio de la inteligencia artificial.
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Lo cierto es que un equipo científico ha hecho un estudio en el que se calcula la cantidad de agua que consumen los servidores de la empresa, en los que se aloja la información digital con la que funcionan.
Computer Hoy reseña en una nota que los servidores de OpenAI se encuentran en el centro de datos de Microsoft, en Iowa. Trabajan con GPUs especializadas, como los modelos A100 y H100 de NVIDIA, que como todo servidor enorme, requiere del uso de enormes cantidades de energía eléctrica.
Lo que se traduce en el consumo de agua, una de las principales fuentes de generación de energía en el mundo, por medio de grandes represas hidroeléctricas.
¿Atenta contra el medioambiente?
Son equipos que consumen energía como cualquier otro. La pregunta está en los beneficios que la inteligencia artificial entrega al mundo, para saber si vale la pena el uso de electricidad.
El cálculo lo hicieron investigadores de la Universidad de California, centrados en el centro anteriormente indicado, en el que mayormente funcionan los servidores del ChatGPT-4.
Desde el 2021 en adelante, el consumo de agua en dicho establecimiento creció en un 37 por ciento. Atribuyen la mayoría al desarrollo de la inteligencia artificial. Dicen que en concreto son 6.436 millones de litros de agua al año, que comparados con el uso del chatbot de OpenAI, son entre 5 y 50 preguntas por cada medio litro de agua. ¿Vale la pena este uso de la tecnología?