“Creemos que los beneficios de las herramientas que hemos desarrollado hasta ahora superan ampliamente los riesgos. Mi mayor miedo es que causemos un daño significativo al mundo. Si esta tecnología va mal, puede ir bastante mal”, sentenció Sam Altman esta semana en el Congreso de los Estados Unidos, donde pidió que se regule el desarrollo y los usos de la inteligencia artificial (IA).
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Altman, estadounidense de 38 años y director ejecutivo de OpenAI, ha estado al frente de la compañía durante la viralización y la explosión en Internet de las plataformas de ChatGPT y DALL-E, tendencias por sus avances como IA.
Este emprendedor y líder tecnológico destacado en el campo de la inteligencia artificial, nacido en Chicago, desde temprana edad mostró interés por la tecnología y en 1993 tuvo acceso a su primera computadora. Inició estudios en informática en la Universidad de Stanford, pero en 2005 decidió dejarlos para adentrarse en el mundo empresarial.
Altman cofundó Loopt, una red social basada en la ubicación, y tuvo éxito en recaudar fondos para la empresa. Aunque el proyecto no tuvo el éxito esperado, demostró su habilidad para los negocios.
Cofundador de OpenAI... con Elon Musk
Su siguiente paso importante fue unirse a Y Combinator (YC), una aceleradora de startups tecnológicas reconocida. Durante su tiempo en YC, Altman desempeñó un papel crucial en el desarrollo de talento y se convirtió en presidente de YC Group.
Su destacada trayectoria llamó la atención de medios como BusinessWeek y Forbes, que lo reconocieron como un inversor destacado menor de 30 años en 2015. Sin embargo, Altman decidió enfocarse en el campo de la IA y se volcó en OpenAI, una organización de investigación e implementación de IA que había cofundado previamente junto a figuras prominentes como Elon Musk.
OpenAI se define como una empresa con el objetivo de asegurar que la IA general beneficie a toda la humanidad. Ha ganado popularidad gracias a herramientas como DALL-E y ChatGPT, que han demostrado el potencial de la inteligencia artificial.
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Altman ha sido el líder en la gestión de OpenAI, aunque su enfoque y decisiones han recibido críticas, incluyendo cuestionamientos sobre la dirección y el acuerdo con Microsoft. También reconoce su preocupación por los riesgos de la IA, especialmente en lo que respecta a la manipulación de elecciones y la difusión de contenido falso.
Sin embargo, también se muestra optimista sobre el impacto positivo a largo plazo de la IA en la generación de nuevos empleos y mejoras en el mercado laboral. Tras su presentación en el Congreso, es probable que empecemos a escuchar mucho el nombre de Sam Altman de ahora en adelante.