Elon Musk y Errol, su padre, nunca se la han llevado bien, por diversos motivos que incluyen la violencia intrafamiliar. Por esta razón, su madre, Maye, se separó del viejo magnate sudafricano, emigrando a Canadá junto con sus tres pequeños hijos.
PUBLICIDAD
Ahora surge una nueva controversia entre padre e hijo, y todo por una mina de esmeraldas en África.
El jefe de Tesla, SpaceX y Twitter, entre otras compañías, ofreció un millón de Dogecoin, el equivalente a casi 78 mil dólares, a quien probara que era dueño de esa mina.
La posición de Elon Musk respecto a la historia de la famosa mina
La cuenta DogeDesigner escribió: “Elon Musk nunca fue dueño de una mina de esmeraldas. Oferto 69.420 Doge a todos los medios que publicaron esta información falsa. Envíenme una prueba de su existencia y tomen su Doge”.
Respondió Musk como comentario: “¡Pagaré un millón de Dogecoin por la prueba de la existencia de esta mina!”.
Punto número uno, como fact check: la mina existió. Lo confirma el propio padre de Elon Musk, Errol, en una entrevista con The Sun.
Punto número dos: la mina no era de Elon. Y aunque Errol invirtió, inicialmente la producción corría a cargo de un italiano. Pero lo cierto es que no pertenecía al futuro hombre más rico del mundo.
PUBLICIDAD
Errol explicó en la conversación que, cuando leyó lo que dijo su hijo, “me pregunté: ‘¿Puedo participar? Porque puedo probar que existió”.
“Elon sabe que es verdad. Todos los niños lo saben. Mi hija tiene tres o cuatro colgantes de esmeraldas”, recalcó el millonario de 77 años. “Elon las vio (las esmeraldas) en nuestra casa. Sabía que las estaba vendiendo”.
Las explicaciones de Errol Musk sobre la mina de esmeraldas en África
La mina se ubicaba en la región del lago Tanganica, en Zambia, el segundo país productor de esmeraldas más grande del mundo, después de Colombia. Y no es una estructura minera per se, formal. “Era una formación rocosa que sobresalía del suelo en medio de la nada”, señala Errol.
“No había ninguna empresa minera. No existen acuerdos firmados ni estados financieros. Nadie era dueño de nada. El trato se hizo con un apretón de manos con el italiano, en un momento en que Zambia era libre para todos”.
Para Errol, la preocupación de Elon es que se le vincule con el negocio. Musk padre afirma que utilizó dinero de la mina para procurar un mejor futuro para su hijo, como estudios en Estados Unidos.
“Logré enviar dinero que había ganado con las ventas de esmeraldas a él y a Kimbal (hermano menor de Elon) para gastos de manutención”, recalcó el viejo millonario. “Les ayudé con el alquiler y la comida. Kimbal me dijo que nunca podrían haber sobrevivido sin el dinero”.
Entonces… ¿la mina existió? Sí. ¿Era propiedad de Elon Musk? No. ¿Recibió dinero producto de la venta de esmeraldas? Sí. El resto es historia, con Musk convertido en el hombre más rico del mundo, enfrentado con su padre.
