La única forma de que un empleado sepa que fue despedido es con una carta de aviso, un comentario de su superior o un mensaje en alguna plataforma online como el correo electrónico u otra aplicación. Pero la historia de Haraldur Thorleifsson es mucho más compleja. Sí, era de Twitter y con Elon Musk al mando.
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Como cuenta un reporte publicado en el sitio web de ABC, Thorleifsson, quien hasta hace poco trabajaba en Twitter, inició sesión en su computadora el domingo pasado para trabajar, solo para encontrarse bloqueado, junto con otras 200 personas más.
Para él era lógico pensar que fue víctima del hacha de despidos de Musk, que desde que llegó a la empresa ha dejado a cientos de personas sin trabajo.
Después de nueve días sin respuesta de Twitter sobre si todavía estaba contrato o no, Thorleifsson decidió tuitear a Musk para ver si podía llamar la atención del multimillonario y obtener una respuesta a su situación laboral.
“Querido Elon Musk. Hace 9 días se cortó el acceso a la computadora de mi trabajo, junto con otros 200 empleados de Twitter. Sin embargo, su jefe de recursos humanos no puede confirmar si soy un empleado o no. No has respondido a mis correos electrónicos. ¿Tal vez si suficientes personas retuitean, me responderás aquí?” escribió el lunes.
La tajante respuesta y crítica de Musk
Finalmente, obtuvo su respuesta después de un intercambio surrealista en Twitter con Musk, quien procedió a interrogarlo sobre su trabajo, cuestionó su discapacidad y la necesidad de adaptaciones. El problema de lo último es que Thorleifsson, que se hace llamar “Halli”, tiene distrofia muscular y usa una silla de ruedas.
El también CEO de Tesla y SpaceX tuiteó que “la razón por la que me confrontó en público fue para obtener un gran pago”. Mientras se desarrollaba el intercambio, Thorleifsson dijo que recibió un correo electrónico que ya no estaba contratado. No queda claro cuál era su cargo, pero Musk se quejó de que “no podía escribir”.
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Sin embargo, el martes por la tarde, Musk cambió de opinión: “Me gustaría disculparme con Halli por mi mala interpretación de su situación. Se basó en cosas que me dijeron que no eran ciertas o, en algunos casos, ciertas, pero no significativas. Está considerando quedarse en Twitter”.
“Tenías todo el derecho de despedirme. ¡Pero hubiera sido bueno hacérmelo saber!”, respondió.
Halli, que es islandés, reveló su próximo movimiento: “Voy a abrir un restaurante en el centro de Reykjavik muy pronto. Lleva el nombre de mi mamá”.
