Sale a la luz una oscura historia en donde Bill Gates una vez reservó un restaurante completo para él sólo, uno de los lugares más costosos y mejor valorados del planeta, para terminar ordenando algo que cualquier otro ser humano jamás habría pedido ahí teniendo todo el dinero que posee.
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Tenemos que reconocer que el co-fundador de Microsoft es un sujeto que puede ser considerado como una leyenda viva para los devotos a la historia de las tecnologías de la información, ya que sus contribuciones son innegables y su opinión sobre cualquier tema siempre es valorada.
Su paso por la compañía que dio origen al sistema operativo Windows y lo que ha hecho luego, como predecir la pandemia global del Covid-19 años antes de que sucediera, le ha ganado un estatus peculiar en el planeta.
Sin embargo estos elementos no dejan a este sujeto exento de algunas excentricidades que llaman la atención de propios y extraños, como la historia que les compartimos hoy.
En donde resulta que este muchacho, uno de los hombres más ricos del mundo, tuvo la oportunidad de visitar uno de los restaurantes más populares del planeta, únicamente para ordenar algo que sólo puede ser calificado como ridículo.
La torcida historia de lo que ordenó Bill Gates cuando visitó el restaurante ABaC
Resulta que el afamado chef español Jordi Cruz Mas acaba de ser entrevistado en el más reciente programa de Planeta Calleja, donde el conductor Jesús Calleja, no puedo evitar preguntarle sobre las experiencias que había vivido como dueño y cocinero principal del famoso restaurante ABaC.
Este sitio, ubicado en Barcelona, cuenta con la legendaria distinción de haber recibido tres estrellas Michelin y en el momento que surgió esta anécdota se posicionaba como uno de los más famosos y anhelados del planeta entero, aunque no faltaban las críticas a su chef.
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Cruz Mas reveló en el show que una vez recibió la visita del mismísimo Bill Gates, que reservó el lugar completo para visitarlo, pero sucedió algo inesperado:
“Hay gente que tiene guita, que están un poco hartos de todo y lo valoran menos. Hace un tiempo vino Bill Gates al restaurante, con sus 25 escoltas. Bill cerró el restaurante solo para él. Le teníamos preparado lo más grande para comer ¿Y sabes qué hizo Bill? Se pidió un refresco, una Coca - Cola light y se fue.
¿Tú crees que tienes que cerrar un sitio bonito para venir y tomarte un refresco de cola?”
Bill Gates es famoso por ser un consumidor habitual de esta bebida, al grado que bebe tres o cuatro latas al día. De modo que en su visita al restaurante el magnate cumplió con uno de sus rituales más arraigados.
Aunque el hecho de que haya ido hasta allá para no pedir un sólo platillo ni consumir algo de lo que le tenían preparado para la ocasión especial sí es desconcertante.