La primavera trajo consigo temperaturas sobre los 30 grados, por lo tanto, es necesario tomar resguardos para evitar la exposición constante al sol. De hecho, se espera un verano con temperaturas muy altas.
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Y uno de los puntos claves, es que al momento de comprar o arrendar una vivienda, no solamente nos debemos fijar en la comuna donde viviremos, o los metros cuadrados de la propiedad, sino también de cómo será el calor del verano o el frío de invierno, factores que se miden según la orientación de la vivienda. Es que de estos pequeños detalles, dependerá también nuestra calidad de vida, bienestar, los arreglos y decoración y por sobre todo, el gasto energético que viene en la cuenta de la luz.
La orientación es clave
Por ejemplo, la orientación norte es la que más recibe la radiación solar en el hemisferio sur, esto porque en invierno el sol sale por el noreste, al mediodía se coloca en el norte y se oculta por el noroeste. Al llegar rayos del sol durante todo el día, son espacios más cálidos y no necesitan tanta calefacción, pero en el verano se junta más el calor, lo que podría exigir aires acondicionados.
Por otro lado, la orientación Sur es donde la vivienda orientada hacia el sur no recibe la luz del sol directamente, solo recibe los rayos del sol a primeras horas de la mañana y últimas de la tarde, lo que la hace una casa más fría durante el invierno y más fresca durante el verano. Esto implica mayor gasto en calefacción.
Los materiales también importan
La orientación Poniente son propiedades que reciben luz directa del sol durante las tardes, por lo que durante el invierno se creará un ambiente cálido, sin tener que invertir mucho en calefacción. “Tan sólo cambiando los vidrios de tu hogar, puedes reducir a menos de la mitad la fuga energética frente a un vidrio simple. Esto quiere decir que en invierno se conserva la energía que se perdería a través de un vidriado común por lo tanto se genera un significativo ahorro en calefacción”, asegura Gonzalo Acevedo, gerente general de Vidrios Lirquen.
Finalmente, la orientación Oriente es una buena orientación para un departamento, pues el sol se calienta en la mañana hasta el mediodía y son más frescas en la tarde. Al acumularse el calor de la mañana y liberarse en la tarde requieren menos calefacción, lo que reduce gastos mensuales. Además, son cálidas en otoño e invierno y calurosas en verano.