Para muchos indicadores, Apple es la compañía tecnológica más grande del mundo, pero para convertirse en el gigante tecnológico que es en la actualidad tuvo que hacer un adquisición importante tras la renuncia de Steve Jobs: comprar NeXT, fundada precisamente por Jobs.
Antes de valer más de dos billones de dólares, los de Cupertino vivieron un momento tenso cuando Jobs renunció en 1985. Ese momento generó incertidumbre en Apple, tratando de innovar mientras sus ganancias se derrumbaban por la llegada de IBM al mercado de las computadoras.
Mientras tanto, como recuerda un informe publicado en el sitio web de Xataka, en septiembre de 1985, Steve Jobs le comunicó al consejo de administración de Apple que fundaría su propia empresa, NeXT, y que se llevaría algunos empleados con él.
El objetivo de Jobs era vender estaciones de trabajo para el ámbito educativo y no para los consumidores en general, una promesa que hizo a Apple para no interferir en sus planes, pero a los de la manzana mordida no les gustó la decisión del genio y demandó a NeXT por “esquemas nefastos” para aprovechar la información privilegiada de los cofundadores.
“Es difícil pensar que una empresa de 2.000 millones de dólares con más de 4.300 personas no pueda competir con seis personas en vaqueros”, expresó Steve Jobs sobre la demanda, resuelta luego.
Jobs invirtió 12 millones de dólares de su propio dinero para fundar NeXT, convencido del proyecto. Pero los caminos de la vida no fueron como él pensaba: En 1996, Apple adquirió NeXT, Inc.
El regreso de Steve Jobs a Apple
Esa transacción llevó a Jobs de regreso a la empresa que cofundó y le permitió asumir el cargo de director ejecutivo interino a finales de 1997. Su misión era hacer de Apple una compañía rentable.
Con Microsoft dominando la cuota de mercado, las decisiones subsiguientes de Jobs ayudaron a Apple a pasar de perder 1.040 millones de dólares en 1997 a obtener una ganancia de 309 millones de dólares un año después. Luego, salvó a la empresa y la posicionó en el mercado.
Steve Jobs también redujo las múltiples declaraciones de pérdidas y ganancias de Apple y fue quien implementó el seguimiento de todos los gastos en 1997.
NeXT podría ser considerado como un fracaso: en total vendió 50.000 estaciones de trabajo, pero dejó elementos que salvaron a Apple cuando fue comprada. La tecnología NeXTSTEP se convirtió en el núcleo de Mac OS X y algunos elementos de la interfaz gráfica también nacieron en este SO, como el Dock, el menú servicios, entre otros.