El nuevo proceso de verificación en Twitter, ahora a través de Twitter Blue previo pago de 8 dólares mensuales, tiene otro cronograma de lanzamiento general. Según publicó Elon Musk en la red de microblogging, será probablemente el próximo fin de semana.
Los cambios en la plataforma no han sido tan fáciles de aplicar para el impulsivo Musk, que compró la compañía por 44 mil millones de dólares.
Inicialmente tenía como fecha de lanzamiento del nuevo Twitter Blue el 7 de noviembre, incluso amenazando a los empleados encargados con el despido si no cumplían con lo estipulado. Pero luego se dio cuenta que las cosas no serían sencillas.
Suplantación en la red social: casos graves, muy graves
Aunque en algunas zonas ya se puede pagar por la insignia azul de verificación y sus beneficios, muchos lo utilizaron para hacerse pasar por marcas y personajes destacados.
Uno suplantó la identidad de la empresa farmacéutica Eli Lilly, tuiteando “Estamos emocionados de anunciar que la insulina ahora es gratis”. Ante la publicación, que se mantuvo en la plataforma durante varias horas, los precios de las acciones de la compañía bajaron bruscamente.
La cuenta real de Eli Lilly posteó: “Pedimos disculpas a aquellos a quienes se les envió un mensaje engañoso de una cuenta falsa de Lilly”.
Además de Eli Lilly, otras personas se hicieron pasar por la farmacéutica AbbVie e, incluso, por Tesla, empresa de vehículos eléctricos de Elon Musk.
La anarquía en Twitter y las consecuencias económicas para la empresa de Elon Musk
Twitter eliminó a cuentas que se hicieron pasar por Musk, para posteriormente suspender el proceso de Twitter Blue.
El caos generado en la plataforma llevó a varios anunciantes a detener su patrocinio, según explicó CNBC.
Musk llegó con la iniciativa de eliminar el viejo proceso de verificación, realizado directamente por Twitter, en el que se asignaba la insignia azul a cuentas auténticas, previo análisis. “¡Poder para el pueblo!”, escribió el multimillonario, con la bandera del pago de 8 dólares para acceder al check.
Pero el tiro le salió por la culata al nuevo jefe de Twitter. Ahora tendrá que esperar a “blindar” el proceso.