Ante las complicaciones en el interés de Elon Musk por Twitter, ¿podría ser X.com una alternativa para el multimillonario? Es posible. Al final, no le valdría 44 mil millones de dólares desarrollarla.
Todo surge porque, a principios de agosto, un usuario en la red social le preguntó a Musk si había pensado en crear su propia red social, si finalmente no se daba lo de la del pajarito.
Musk solo respondió: “X.com”.
Este portal tiene una minúscula X sobre el fondo blanco. Pero su historia es larga, pese al silencio a su alrededor.
Los orígenes y desaparición de X.com, la compañía financiera de Elon Musk
X.com era uno de los primeros sitios de banca en línea, desde su lanzamiento en diciembre de 1999 hasta octubre de 2001. Musk fue su impulsor, y también el que decidió cerrar sus operaciones.
La compañía se fusionó con PayPal en el 2000, pasando a mejor vida.
Como recuerda el portal Encyclopedia, para atraer nuevos clientes a finales de los 90, X.com ofreció 20 dólares a cualquiera que abriera una cuenta corriente gratuita en línea. Mientras que los miembros que refirieron nuevos clientes recibieron 10 dólares por cada uno.
Con los intereses, la empresa de Musk pagaba los préstamos y las cuentas: en dos meses ya contaba con 100 mil clientes.
Pero este sistema se prestó para fraudes, ya que hubo muchas personas que desviaban el dinero a X.com desde cuentas tradicionales. Ya con la fusión con PayPal, la experiencia de X.com quedó en el pasado.
En 2017 X.com reapareció como portal tras comprarlo el multimillonario a PayPal, pero con su actual imagen: la minúscula X sobre el fondo blanco. Musk dijo en ese entonces: “Será arreglado mañana”, y que sería un “sitio web general que llevaría a los usuarios a otras empresas suyas, como Tesla y SpaceX”, según Gizmodo.
Nunca sucedió.
La posibilidad de competir con Twitter está presente
Este año, Musk ofreció 44 mil millones de dólares para comprar Twitter, pero retiró la oferta debido a la enorme cantidad de bots en la plataforma. La compañía demandó al magnate para que mantuviera el trato, ya que las acciones bajaron estrepitosamente en cuestión de meses.
Si el sudafricano, jefe de SpaceX y Tesla, finalmente decide competir contra la red del pajarito, es posible que X.com sea su punto de partida. ¿Ocurrirá esto?
