Wet Nellie era su nombre, y formó parte esencial de The Spy Who Loved Me, la película de James Bond de 1977. Este Lotus Esprit antiguo se convirtió en el objeto de deseo de Elon Musk desde que lo vio, pagando casi un millón de dólares por él.
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Lo que en su momento no sabía el multimillonario (y quizás nunca lo supo, pero lo importante es que había cumplido un sueño) es que el vehículo costó 100 dólares, como parte de un lote subastado en 1989.
Esta es la historia del Lotus Esprit de James Bond que pasó a manos de un fanático llamado Elon Musk.
Así se creó el Lotus Esprit de James Bond
Perry Oceanographics Inc. creó el vehículo para la película protagonizada por Sir Roger Moore. Hizo un modelo anfibio, el que finalmente compró Musk, y dos normales.
La compañía de Riviera Beach, Florida, preparó el Wet Nellie con aletas colocadas donde estarían los neumáticos de un Esprit convencional, con cuatro motores eléctricos que solo permitían el movimiento hacia adelante.
En total gastó 100 mil dólares para mejorarlo.
Durante la filmación, el submarino lo pilotó el antiguo SEAL Don Griffin. También hubo otras carrocerías vacías de Lotus Esprit que sirvieron para determinadas tomas.
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Doce años después del lanzamiento de The Spy Who Loved Me, el vehículo permanecía guardado en un local en los alrededores de Nueva York, como cuenta el diario Clarín en su memoria sobre el auto. Lo encontraron sin sus neumáticos y afectado por el paso del tiempo.
Elon Musk y la subasta que le llevó a cumplir su sueño
Una pareja de Long Island, cuyo nombre permanece en el anonimato, según recuerda CNBC, lo compró en un lote cerrado a cambio de 100 dólares. Y solo cuando vieron la película de James Bond supieron el negocio que tenían entre manos.
Tras la confirmación de Perry Oceanographics de que era “el” Wet Nellie original, repararon el vehículo anfibio y contactaron a la Casa de subastas Sotheby’s para llevarlo a puja.
En el evento del 8 y 9 de septiembre de 2013, el vehículo estaba en el lote 243. Por él pagaron 997 mil dólares. No se sabía quién era el misterioso comprador, hasta que un mes más tarde Elon Musk confirmó que él estaba en poder del Lotus Esprit, que pasó a formar parte de su colección.
La decepción del multimillonario
Un comunicado sirvió para que Musk explicara que, por cerca de un millón de dólares, cumplió un sueño de su niñez.
“Fue increíble cuando era un niño pequeño en Sudáfrica ver a James Bond en The Spy Who Loved Me conducir su Lotus Esprit desde un muelle, presionar un botón y transformarlo en un submarino bajo el agua”.
Musk confesó también su decepción de saber que no podía transformarse: sin embargo, estaba feliz de poseer a Wet Nellie. El círculo se había completado.
El magnate agregó: “Lo que voy a hacer es actualizarlo con un sistema de propulsión eléctrico de Tesla e intentar que se transforme de verdad”. Se desconoce si lo logró.