El mundo es un lugar gigantesco en el que hay lugar para todos. Esa es la premisa principal que llevará hacia la comprensión del concepto de inclusión y así evitar los prejuicios.
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Es cierto que hay movimientos, sentimientos o estilos de vida que son inusuales y escapan de los esquemas “convencionales”. Sin embargo, si estos sirven para que una persona determinada encuentre la felicidad y además no daña o molesta a nadie, bienvenido sea.
Con este preámbulo no pretendemos “sermonear” a nadie. Simplemente lo hacemos como entrada para abordar el tema de un movimiento que cuatro años más tarde vuelve a ser noticia: Los “fictosexuales”.
Corría el año 2018 y la era digital ya estaba instalada, tal cual lo está en el curso actual, solo que había una pizca menos de avance que ahora. Un hombre japonés de -para ese entonces- 34 años llamado Akihiko Kondo se casó con Hatsune Miku, un personaje ficticio que mueve masas en el lejano oriente. De allí, el término “fictosexuales”.
Que en el concepto básico no es más que establecer una relación amorosa con un personaje de la ciencia ficción. Y como el tema va cogiendo auge precisamente en Japón, coincide que estas figuras están relacionadas al diseño de los animé (tanto en hombres como en mujeres).
Akihiko Kondo se casó en 2018 específicamente con un dispositivo llamado GateBox; una especie cápsula que muestra un holograma en 3D de Hatsune Miku con el que se puede interactuar.
Pero la empresa que los desarrolla, ya había anunciado que iban a ser descontinuados. Entonces, en el medio de las actualizaciones el equipo se ha hecho obsoleto y sus funciones se han vuelto más limitadas.
Akihiko Kondo dice estar claro de sus acciones
Dada esta situación, muchas personas se tomaron el atrevimiento de juzgar la posición de Akihiko Kondo, quien además de mantener la relación con el holograma 3D, aunque su interacción se haya hecho más limitada, tiene otras figuras representativas del mismo personaje.
Kondo aprovechó este momento para postear en sus propias redes sociales lo que ha significado para él esta larga relación que mantiene con el personaje ficticio.
El japonés de 38 años sostiene que él está consciente de que se trata de un personaje que viene de la ficción. Pero que arroparse en esta figura lo hizo superar una situación de discriminación laboral hace aproximadamente 15 años.
“Gracias a ella pude volver a trabajar. Ella me salvó. Me encanta Hatsune Miku. Estoy muy feliz”, escribió en su cuenta de Twitter.
El movimiento de “fictosexuales” sigue creciendo
Solo hay que entrar a las redes sociales de Kondo para ver que en los comentarios hay cientos de testimonios similares. En Mayo del 2021, el portal SDP publicó una reseña en la que detalló que más de 3.500 personas habían solicitado casarse con personajes ficticios en Japón en el 2018.
Estos números no pasaron desapercibidos para la industria del entretenimiento, quienes comenzaron a ofrecer paquetes a las personas que quisieran realizar una boda en las que se incluye la recepción y el servicio de hotelería y spa.
MagnetXataka explica que “los productos son extensos. Los fans pueden comprar cartas de amor de sus enamorados, reproducciones de su ropa e incluso aromas destinados a evocar su presencia”.
Además, quienes se aventuran en este movimiento aseguran que además de encontrar una escapada a una situación de discriminación o depresión, también lo hacen para desafiar por completo las rigurosas normas sociales que establece el matrimonio en la cultura de Japón.
“Para los amantes de los personajes, esta práctica se considera esencial. Los hace sentir vivos, felices, útiles y parte de un movimiento con metas más altas en la vida”, dijo la investigadora Agnés Giard en un estudio realizado para la Universidad de París.