Chloe Clem tenía dos años cuando su madre, Katie, subió un video de su reacción cuando supo que viajaría a Disneyworld. La pequeña estaba acompañada de su hermana Lily, que comenzó a llorar. ¿Qué hizo Chloe? Solo mostró una reacción de extrañeza. Y se convirtió en un meme.
PUBLICIDAD
Ahora quiere vender la imagen como un NFT: el precio base es de 5 Ethereum, el equivalente a 15 mil dólares, según reporta la BBC.
El video de Chloe se vio, al menos, 20 millones de veces, y se puede multiplicar enormemente cuánto corrió la imagen al convertirse en meme. En Internet, en las redes de mensajería, como gifs, en todas partes se encuentra el rostro extrañado de la pequeña, que hoy tiene 10 años.
“La cámara se acercó y Chloe hizo su linda cara con mirada lateral, mostrando sus dientes. Internet hizo el resto”, señaló Katie en una entrevista con la BBC. “Abrí Tumblr y solo había páginas y páginas de la cara de Chloe”.
“Fue muy raro, muy abrumador. Tenía a mi familia y amigos enviándome estos memes. Hasta el día de hoy todavía me envían los memes de Chloe que ven en Internet”.
Vender el NFT representaría una buena oportunidad para que Chloe y su familia exploten, de una manera u otra, su fama.
PUBLICIDAD
La fiebre de los NFT
Los NFT son Tokens no fungibles, piezas de arte digital con un valor altísimo en criptomonedas. El token es la unidad de referencia y, al ser no fungible, asocia un valor determinado a un objeto original único.
Constituyen, por lo tanto, un registro para todo aquel que tiene una pieza original única.
El NFT más caro de la historia es una obra del artista Beeple, llamada Everydays: The First 5000 Days. Representan sus primeros cinco mil días de trabajo: ganó 69.3 millones de dólares en la subasta realizada por la casa Christie’s.
Grandes figuras del deporte y el espectáculo, como LeBron James, Lindsay Lohan y Gerard Piqué, han vendido sus NFT por miles de dólares. Y ahora es el turno de Chloe Clem, una pequeña niña de Utah con una fama gigantesca en Internet.
[ Snoop Dogg, ¿el mecenas de los NFT?Opens in new window ]
Aunque su madre, Katie, espera pagar parte de la educación de sus hijas con lo subastado, Chloe quiere comprar un caballo o construir un Disneyworld.
La niña no se esconde: tiene una cuenta de Instagram administrada por su madre, con más de 531 mil seguidores, y también ha hecho publicidad. Ahora espera llegar, si se puede, un poco más lejos, pisando el mercado de los NFT.