Todos conocemos la historia de Huawei. Era una de las marcas líderes del sector móvil a nivel global. Hasta que llegó la administración de Donald Trump y los consideró una amenaza de seguridad nacional.
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Tal designación sumó a la compañía a una lista negra de bloqueo comercial que básicamente los ha llevado al estado en el que se encuentra ahora.
Como una medida para amortizar las primeras secuelas de ese golpe la empresa china decidió vender su submarca Honor a otro conglomerado de ejecutivos.
[ Honor Magic3 es oficial: el relevo espiritual que abrirá historiaOpens in new window ]
Este movimiento les ayudó a ganar tiempo y respirar un poco. Aunque las cosas nunca regresaron a su estado original.
En paralelo poco a poco hemos visto el renacimiento de esta marca. En donde el Honor Magic3 se mostró como el relevo espiritual destinado a representar la reencarnación de Huawei.
Y al parecer este pequeño gran detalle no tiene nada contentas a las autoridades estadounidenses.
El debate contra Honor
Según reporta un artículo de Washington Post se vive un intenso debate entre los miembros del Pentágono y el Departamento de Energía de Estados Unidos. En donde el objeto de la controversia es Honor, ya que se discute si esta nueva compañía debe o no ser incluida en la lista negra de bloqueo comercial igual que Huawei.
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Al parecer la gente del Departamento de Comercio y el Departamento de Estado fueron las entidades que se opusieron a aplicar este movimiento. Pero los demás estarían abogando por el veto contra Honor.
Los argumentos para considerar a la empresa como una amenaza de seguridad nacional es su pasado ligado con Huawei. Donde por ende deberían aplicarse los mismos criterios impuestos con ellos.
Si bien Honor ahora técnicamente es propiedad de un nuevo consorcio, bajo el nombre de Zhixin New Information Technology, algunos detractores señalan que en realidad esta empresa está formada por dos inversores respaldados por el Estado, de modo que están vinculados al gobierno municipal de Shenzhen.
Pero también está el detalle de que Honor se dedica única y exclusivamente al desarrollo de smartphones, que ni siquiera son comercializados de manera oficial en Estados Unidos. De modo que el bloqueo tendría impacto económico en el sector de proveedores y fabricación.
A diferencia de Huawei, Honor se han mantenido limitado únicamente al desarrollo de teléfonos inteligentes, sin incursionar en otros sectores industriales de las telecomunicaciones, tanto en el rango civil como militar.
Así que existen argumentos en ambas partes para mantener vivo este debate. Lo único que sabemos con certeza es que en algún punto las autoridades tendrán que tomar una resolución final con respecto a la empresa.