El alcance del Telescopio Espacial James Webb fue puesto a prueba dentro de nuestro propio sistema solar. Si es capaz de detectar una galaxia a 13.400 millones de años luz de distancia, imaginen lo que podría detectar a 4.2 horas luz de distancia, que es la separación entre Neptuno y la Tierra.
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Investigadores de diferentes instituciones científicas tuvieron acceso al Telescopio Espacial James Webb y apuntaron hacia Neptuno, para confirmar con imágenes, lo que desde hace tiempo era una teoría corroborada con datos: en el gigante gélido se registran auroras, como las boreales y australes de la Tierra.
Sin embargo, por la extraña inclinación de 47 grados de Neptuno, estas auroras son meridionales, es decir, que se registran más hacia el centro del mundo, debido a que allí se ubica su campo magnético.
No es primera vez que se detectan auroras en este mundo, pero sí es primera vez que las vemos con nuestros propios ojos. En 1989, el paso de la sonda espacial Voyager 2 captó datos de la posibilidad de auroras. La tecnología de las viejas y legendarias naves de la NASA no era lo suficientemente adelantadas, para darnos la imagen que nos ofrece el Telescopio Espacial James Webb.

El equipo científico detrás de este hallazgo revela que es la primera vez que detectan "una línea de emisión extremadamente prominente, lo que indica la presencia del catión trihidrógeno (H3+), el cual se puede formar en las auroras“, informa la NASA.
“El H3+ ha sido una clara señal indicadora de actividad auroral en todos los gigantes gaseosos (Júpiter, Saturno y Urano), y esperábamos ver lo mismo en Neptuno mientras investigábamos este planeta a lo largo de los años con las mejores instalaciones terrestres disponibles”, dijo Heidi Hammel, de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía.
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“Solo con una máquina como Webb finalmente hemos obtenido esa confirmación”, añadió.
Parte del hallazgo, es que gracias a la detección del campo magnético y su interacción con el planeta, los científicos pueden medir la temperatura del gigante helado.
“Esto me dejó atónito: la atmósfera superior de Neptuno se ha enfriado varios cientos de grados. De hecho, la temperatura en 2023 apenas llegaba a más de la mitad que en 1989”, reveló Henrik Melin de la Universidad de Northumbria.