Si tomamos como referencia las agencias espaciales gubernamentales más importantes del mundo, se invierten alrededor de 50 mil millones de dólares en la exploración de los misterios del cosmos. Por lo tanto, es vergonzoso que ocurran errores como el que cometió un equipo de científicos, que confundieron el Tesla Roadster que Elon Musk mandó al espacio, con un asteroide al que calificaron de objeto peligroso por su cercanía y posibilidad de impacto con la Tierra. ¿En manos de quién estamos?
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El “epic fail” científico se lo llevan astrónomos del Minor Planet Center (MPC), una institución que forma parte del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Cambridge, Massachusetts (EE.UU). Las credenciales de la casa de estudio eran una garantía de credibilidad en cuanto a cualquier información o divulgación científica. Sin embargo, con este error quedaron altamente comprometidos.
Diferentes observatorios están en constante mirada de los alrededores de la Tierra, en el espacio. Hay muchas instituciones científicas que buscan identificar las rocas estelares, para analizarlas, estudiarlas y conocer el recorrido de sus órbitas. Bajo este último concepto, los expertos investigan la posibilidad que tiene alguna roca de impactar contra nuestro planeta.
Así identificaron a 2018 CN41, un objeto que según el paper del estudio se encuentra a 240 mil kilómetros de la Tierra, reseña La Tercera. Dicha distancia es menor que la que hay entre nuestro planeta y la Luna, suficiente para darle la calificación de “objeto cercano a la Tierra” o NEO, por sus siglas en inglés.
Unas 24 horas más tarde después de haber detectado el objeto echaron cuenta para atrás. La realidad es que no se trataba de un asteroide, sino que era el Tesla Roadster que Elon Musk manó en un cohete Falcon de SpaceX, para el espacio.
¿Cómo es posible este suceso?
En su rectificación, los científicos del MPC informaron que el objeto coincidía con la órbita de 2018-017A, identificación científica que lleva el auto eléctrico de Elon Musk que está “paseando” en el espacio.
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Lo peor del caso es que no es la primera vez que el MPC comete este tipo de errores. En el 2007 también cometieron el error de confundir el satélite Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA) con un asteroide, al que también habían bautizado como 2007 VN84; hay que chequear primero, muchachos.
Un Tesla Roadster al espacio
En el año 2018, Elon Musk y SpaceX necesitaban probar el naciente Falcon Heavy. Tenían que hacer un lanzamiento con una carga real. Entonces, ante la posibilidad de explosión en su despegue, tenían que poner el peso de objetos que viajaran al espacio.
Para evitar perder objetos que realmente se pudieran usar en el espacio para misiones espaciales que no fuesen de prueba, a alguien (imaginamos que a Elon Musk) se le ocurrió poner un Tesla Roadster, que con este testeo sería el gran protagonista de una publicidad nunca antes vista: imaginen la visibilidad de un producto viajando al espacio, no hay promoción que iguale esto.
Poner un auto eléctrico dentro de una cápsula que viaje al espacio no significaba una pérdida económica para Elon Musk, todo lo contrario, fue una de las mejores inversiones para el Tesla Roadster.