Desarrollar los entornos necesarios para la vida es fundamental, si queremos colonizar otros planetas del Sistema Solar, de la galaxia o el Universo. Si no tenemos como movernos o como respirar, de nada sirve crear máquinas veloces que nos lleven a distancias nunca antes pensadas.
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Esa es la importancia del reciente descubrimiento de astronautas de la Administración Espacial de China, en la propia estación espacial del gigante de Asia. Los científicos encontraron la forma de producir oxígeno artificial y combustible, con materiales desarrollados en el espacio.
Eso nos da la posibilidad de poder realizar distancias largas con el combustible necesario para la ida, ya que tendremos la capacidad de desarrollar las cantidades necesarias para la vuelta.
Mientras que con el oxígeno, es fundamental para todo proceso de vida, que va desde plantaciones hasta la posibilidad de respirar para humanos y animales.
El logro es de la tripulación de la nave Shenzhou-19, quienes realizaron exitosamente experimentos de fotosíntesis artificial, produciendo oxígeno y combustible a partir de dióxido de carbono y agua. La autosuficiencia en misiones espaciales de larga duración es posible gracias a descubrimientos como este.
¿Cómo lo lograron?
De acuerdo con lo que informa Astro Aventura, los científicos emplearon catalizadores semiconductores capaces de convertir el CO2 exhalado por los astronautas y el agua disponible en el espacio en oxígeno y etileno.
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Este último es un hidrocarburo esencial que podría utilizarse como combustible para futuras misiones interplanetarias. Según expertos, este proceso simula la fotosíntesis natural de las plantas, pero de manera más eficiente y adaptada al entorno espacial.
Además, investigaciones previas respaldan estos logros. En 2022, científicos de la Universidad de Nanjing descubrieron que el suelo lunar contiene materiales ricos en hierro y titanio, capaces de catalizar reacciones químicas alimentadas por radiación solar. Esto podría permitir la producción de oxígeno y combustible directamente en la Luna, aprovechando los recursos locales.
Este avance tiene implicaciones de gran alcance. China planea utilizar esta tecnología en sus próximas misiones tripuladas a la Luna, previstas para antes de 2030. La capacidad de generar recursos vitales en el espacio reduce la dependencia de suministros terrestres, haciendo más viables misiones prolongadas, como la creación de bases lunares o viajes a Marte.