Astrónomos, astrofísicos y científicos en general están en alerta desde hace más de un mes, debido a extraños comportamientos del Sol. La estrella masiva registra erupciones repentinas, que podrían repercutir en la vida cotidiana de la Tierra.
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Recordemos que a mediados del año pasado, erupciones y una enorme mancha solar, provocaron la expulsión de una gigantesca cantidad de partículas solares, que llegaron a la Tierra.
Afortunadamente, la atmosfera que nos permite el desarrollo de la vida tal y como la conocemos, nos protegió del material solar, que llegó a toda velocidad.
Sin embargo, sí hubo consecuencias, debido a que se registraron auroras boreales y auroras australes, en latitudes cercanas al ecuador del mundo, hecho inédito en décadas.
Erupciones repentinas
De acuerdo con los satélites de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), por ahora no hay peligro de tormenta solar hacia la Tierra, ya que las erupciones solares repentinas no salieron hacia nuestra dirección.
Sin embargo, se mantienen atentos, y con las alertas encendidas, observando cada comportamiento y acción de nuestra estrella central.
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Consecuencias de una tormenta solar
La vida de la humanidad no corre peligro con una tormenta solar como esta. Es prácticamente rutinario lo que ya está ocurriendo en las regiones cercanas a la órbita de la Tierra.
Lo único en lo que podría influir esta tormenta solar es en los siguientes puntos:
- Interrupciones en las comunicaciones de radio y en los sistemas de GPS.
- Problemas con los satélites, afectando su estabilidad y funcionamiento.
- Fluctuaciones de voltaje en las redes eléctricas, lo que podría generar fallos o alertas falsas en dispositivos de seguridad.
- Auroras visibles más al sur de lo normal, lo que puede ser un espectáculo para aquellos en latitudes más alejadas de los polos.