Hace casi dos décadas, los fans de la astronomía vivieron uno de los momentos más desgarradores de sus vidas: Plutón perdió su estatus de planeta, dejándonos con tan solo ocho mundos oficiales en el Sistema Solar. Desde entonces, un agujero emocional (y cósmico) ha estado flotando en nuestras mentes. Pero ahora, algo emocionante podría llenar ese vacío: la posible confirmación de un noveno planeta.
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Y no, no estamos hablando de devolverle la membresía planetaria a Plutón. Este es un descubrimiento completamente nuevo, y si todo sale como se espera, en 2025 podríamos tener un nuevo vecino en los rincones más lejanos del Sistema Solar.
La caza del misterioso Planeta Nueve
La idea de un noveno planeta no es nueva. Desde hace casi dos siglos, los astrónomos han especulado sobre la existencia de un gran cuerpo celeste, aún no descubierto, que podría estar escondiéndose en las profundidades del Sistema Solar. Pero ahora, un nuevo estudio liderado por Konstantin Batygin, del Instituto de Tecnología de California, podría estar más cerca que nunca de resolver este enigma cósmico.
El equipo de Batygin analizó el movimiento de los llamados objetos transneptunianos (TNOs), es decir, esas rocas espaciales que orbitan más allá de Neptuno. ¿El resultado? Sus inclinaciones y trayectorias no tienen mucho sentido... a menos que se esté considerando la influencia gravitacional de un planeta gigante escondido en el cinturón de Kuiper.
Según los cálculos, este misterioso “Planeta Nueve” tendría entre cinco y diez veces la masa de la Tierra y estaría ubicado muy, muy lejos, mucho más allá de la órbita de Neptuno. Básicamente, es el equivalente cósmico de un primo lejano que vive en otro continente y que apenas has oído mencionar en reuniones familiares.
Pero... ¿por qué no lo hemos encontrado todavía?
Si este planeta es tan masivo, ¿por qué nadie lo ha visto todavía? La respuesta es simple (y frustrante): está tan lejos del Sol que apenas refleja luz, lo que lo hace prácticamente invisible para los telescopios actuales. Es como buscar un grano de arena en una playa oscura... con los ojos cerrados.
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Pero hay buenas noticias: en 2025, la NASA y otros proyectos internacionales pondrán en marcha nuevos telescopios diseñados para explorar las regiones más lejanas del Sistema Solar. Uno de ellos es el Observatorio Vera C. Rubin en Chile, un gigante de la observación astronómica que promete ser un game-changer.
Con su capacidad para escanear el cielo con un nivel de detalle nunca antes visto, este telescopio podría ser la clave para encontrar al escurridizo Planeta Nueve. Además, ayudará a rastrear patrones orbitales de otros objetos y quizá nos revele sorpresas adicionales escondidas en el cinturón de Kuiper.
¿Qué pasa si encontramos el Planeta Nueve?
Si los científicos logran confirmar la existencia de este planeta, estaríamos frente a uno de los descubrimientos más grandes de la astronomía moderna. Y no solo porque tendríamos que rediseñar los posters del Sistema Solar (otra vez).
Primero, expandiríamos nuestra comprensión del Sistema Solar. Este hallazgo demostraría que los planetas masivos en órbitas extremas no son un fenómeno raro en el universo, sino algo relativamente común en los sistemas estelares.
Segundo, nos permitiría estudiar de cerca un tipo de planeta que, hasta ahora, solo hemos detectado en sistemas estelares lejanos. Esto podría responder preguntas clave sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios. ¿Son estos mundos masivos expulsados de sus órbitas originales? ¿Qué nos dice esto sobre las dinámicas gravitacionales en nuestra propia casa cósmica?
¿Un final feliz para los fans de los planetas?
Aunque los nostálgicos de Plutón seguirán esperando su retorno triunfal al club de los planetas oficiales, la posibilidad de sumar un nuevo miembro al Sistema Solar es emocionante por sí misma. Después de todo, ¿quién no quiere una buena dosis de drama cósmico?
El 2025 será un año clave para resolver este misterio. Así que prepara tus telescopios (o al menos tus memes de astronomía), porque podríamos estar a punto de redescubrir el Sistema Solar tal como lo conocemos. Y quién sabe, tal vez el “Planeta Nueve” se convierta en el nuevo consentido de la clase... hasta que llegue alguien a quitarle el título.