Una de las teorías científicas más sólidas de la comunidad de la astronomía, es la existencia de un noveno planeta en nuestro Sistema Solar, que no es Plutón. Las fuerzas gravitacionales que se detectan con los radares terrestres y espaciales, registran altos niveles que sólo podría provocar un mundo.
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Si desde la Tierra, al menos una vez al año vemos a alguno de los siete mundos (sacando al nuestro) con observatorios, telescopios o a simple vista, ¿Por qué a este no lo vemos?
La explicación es que es el más lejano con respecto al Sol, entonces eso hace que no reciba la luz suficiente de la estrella masiva para poder brillar ante nuestros ojos (o lentes telescópicos).
Sin embargo, una investigación científica podría haber dado con la señal que faltaba para encontrar al esquivo Planeta Nueve.
Se trata de un estudio del Instituto Tecnológico de California (Caltech por sus siglas en inglés).
El estudio lo dirige Konstantin Batygin de Caltech. Se enfoca en observar las órbitas de baja inclinación en los objetos que están después de Neptuno. Entonces, aunque no hayan visto al Planeta Nueve, sí lograron percibir una fuerza gravitacional en las órbitas mencionadas, que sólo se podría explicar con la presencia de un planeta.
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Para confirmar sus teorías, hicieron simulaciones numéricas con la existencia de un planeta y otras sin la presencia de un mundo adicional. Las matemáticas son erróneas cuando no hay un cuerpo lo suficientemente grande y correctas cuando incluyen a lo que sería el Planeta Nueve.
Si no hay foto no hay pruebas. Y los científicos, no estarán tranquilos hasta no lograr la visual del mundo. Es por eso que harán uso de la cámara digital más grande del mundo, recientemente instalada en el observatorio Vera Rubin de Cerro Pachón, en Chile.
¿Dónde estás?
Estudios de la NASA y otras agencias espaciales siempre han teorizado que en la Nube de Oort sólo hay cometas de hielo. Los hemos visto cuando escapan de su región y se hacen visibles en nuestro firmamento, dejando colas de materiales químicos que interactúan con el interior de nuestro Sistema Solar.
Este mundo en cuestión, aunque sería frío por su lejanía del Sol, tendría las condiciones necesarias para ser llamado planeta. Las posibilidades de que exista eran bajas (Antes de este estudio), solo un 7%, pero hay un porcentaje y ya eso es suficiente para trabajar sobre este planeta.