La Agencia Espacial Europea (ESA) gracias a su tecnología radar ha permitido que se puedan presenciar los últimos momentos del satélite Aeolus, crucial en el estudio de los vientos terrestres, antes de explotar tras su reentrada en la atmósfera y todo mostrado en vídeo publicado por el Instituto Fraunhofer en Alemania
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Lanzado en 2018, Aeolus revolucionó la meteorología espacial al proporcionar datos cruciales sobre los vientos terrestres. Sin embargo, toda misión tiene un final. Tras superar con creces su vida útil, el satélite inició un descenso controlado hacia la Tierra.
Si bien puede parecer una explosión aleatoria, hay demasiada investigación detrás. La ESA diseñó una compleja maniobra para garantizar que los restos del satélite cayeran en una zona segura. Utilizando el combustible restante, Aeolus fue guiado hacia una órbita elíptica que lo llevaría a desintegrarse sobre el océano Atlántico. Estas maniobras no solo redujeron significativamente el riesgo de que fragmentos impactaran en zonas habitadas, sino que también demostraron la capacidad de la agencia espacial para controlar el final de una misión.
Las imágenes del radar muestran un espectáculo visual impresionante. El Aeolus se convierte en una bola de fuego a consecuencia de la fricción con la atmósfera, se tambalea y se desintegra lentamente. Los colores vibrantes y los movimientos erráticos de la nave son un testimonio de las fuerzas extremas que actúan durante una reentrada.
La misión de Aeolus no solo ha proporcionado datos valiosos para la investigación climática, sino que también ha servido como un banco de pruebas para futuras misiones espaciales.