Los Estados Unidos se gastaron miles de millones de dólares entre los años sesenta y setenta para llevar al hombre a la Luna. Sin embargo, la NASA no ha regresado al satélite natural desde 1972. Entonces, es normal que muchos se pregunten cómo es que la agencia espacial no ha vuelto a realizar misiones similares en 52 años.
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Es cierto que hay un proyecto encaminado. Lo conocemos como Misión Artemis y en su tercera fase llevará astronautas a la Luna. Sin embargo, no deja de ser llamativo que entre los años 80, 90 y las dos décadas completas que tiene el nuevo milenio, no se hayan registrado viajes similares.
Sabemos que no retrocedimos en tecnología. De hecho, la realidad es que avanzamos de manera dantesca en el desarrollo de cohetes espaciales que tengan la capacidad de completar un viaje ida y vuelta a la Luna.
El tema distancia tampoco es un problema. Si existen múltiples naves viajando a Marte, a las lunas de Júpiter o Saturno, ir a nuestra propia Luna es mucho más sencillo.
¿Qué es lo que pasa entonces? Analistas espaciales explican la verdad de por qué la NASA no ha regresado a la Luna en todos estos años.
Es un tema de mosca, plata, pasta, billetes... Dinero
Llevar a personas a un viaje lunar representa un gasto multimillonario. Cifras estimada en un informe de la NASA en 2005 encontró que se necesitan alrededor de 140 mil millones de dólares para poder completar una misión hacia el satélite natural.
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¿Antes había plata y ahora no? La realidad es que no tiene que ver con que haya o no, sino del interés en gastarla. Entre los años 60 y 70 se estaba en medio de una Guerra Fría con la Unión Soviética. Por lo tanto, como Estados Unidos quería ganar en todo, le dieron todo el dinero posible a la NASA para poder triunfar en la carrera espacial.
Ahora, no es que no quieran ganar sobre otras potencias que tienen programas espaciales, sino que no es el mismo interés de aquel entonces.
La misión Artemis sigue en pie, pero ahora no hay problemas en retrasar avances por cuestiones de presupuesto, ya que los distintos gobiernos han priorizado inversiones en temas sociales y económicos de los Estados Unidos.