¿Thor nos está enviando un mensaje desde Asgard? Sabemos que es muy poco probable, pero hasta que los científicos no revelen el origen, todo es posible. La Tierra está recibiendo una serie de rayos extraños y potentes, que nadie sabe de donde vienen. Investigadores, astrónomos y astrofísicos están desconcertados intentando buscar una explicación.
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De acuerdo con lo que reseña El Confidencial, basado en el informe de los científicos, estos rayos son parecidos a los del Sol. Es decir, pueden afectar las comunicaciones y emiten radiación que podría ser perjudicial para la salud.
Sin embargo, no provienen desde nuestra estrella central. Lo único que saben es que son desde afuera del Sistema Solar y que, hasta ahora, no están siendo emitidos por una estrella masiva. Se cree que el origen yace en nuestra galaxia, y estos rayos podrían venir de una distancia de unos pocos miles de millones de años.
Rayos detectados con varios observatorios
El sitio antes mencionado informa que los rayos se detectaron con los radares del observatorio H.E.S.S, un proyecto que consta de cinco telescopios manipulados por el CNRS de Francia, el Max-Planck-Institut für Kernphysik de Alemania y un consorcio de universidades alemana.
En primer lugar, lo que les ha sorprendido es que los niveles de energía que emiten estos rayos no tienen precedentes. Los expertos dicen que “está pasando algo violento y poderoso” y no nos estamos enterando.
“Es un resultado importante, ya que podemos concluir que los electrones cósmicos medidos probablemente procedan de unas pocas fuentes situadas en las cercanías de nuestro sistema solar, a una distancia máxima de unos pocos miles de años luz, una distancia muy pequeña comparada con el tamaño de nuestra galaxia”, explicó Kathrin Egberts, de la Universidad de Potsdam, una de las autoras de la investigación.
El equipo dirigido por Kathrin dice que hubo una ruptura inesperada en la distribución de energía de los electrones cósmicos.
Anteriormente se sabía de presencia de procesos extremos en el Universo, pero nunca se han detectado dentro de nuestra galaxia; este podría ser uno de los primeros casos.
“Los rayos cósmicos consisten en partículas cargadas que viajan por el espacio, incluyendo electrones, protones y núcleos atómicos. Estas partículas nacen de eventos astrofísicos de alta energía, como las explosiones de supernovas, los púlsares y los agujeros negro”, explicaron en el medio antes citado.