La Luna se encuentra en un nuevo proceso de formación. Se va llenando, de manera lumínica con partículas de rebote del Sol, para transformarse otra vez en Luna Llena.
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Se trata de uno de los procesos mensuales que atraviesa nuestro satélite natural. Esos primeros pasos, en los que la luz alumbra de manera progresiva a la Luna, es uno de los espectáculos visuales para los astrónomos y los entusiastas de la materia espacial.
El astrónomo Sebastián Campos, director del Observatorio Galileo (Pisco Elqui), realizó un trabajo impresionante al fotografiar la Luna Creciente, que es el proceso en el que se ve el cuerpo rocoso con menos de la mitad de su composición iluminada.
En las imágenes que subió a su cuenta de la red social X, se aprecia la Luna de “cachito” con sus cráteres gigantes, que a la distancia parecen pequeños orificios de un queso de caricatura. Pero la realidad es que son los restos de viejos impactos provocados por rocas espaciales, como asteroides o meteoritos.
La imagen fue tomada el pasado martes 5 de noviembre y la Luna está un 19% iluminada. De acuerdo con los datos que publica Sebas Campos, la captura fue realizada a 389.000 kilómetros de distancia.
Quienes ingresen al TL del astrónomo notarán que tiene otras fotografías y partes de una transmisión que hizo en vivo, por sus redes sociales.
La Luna creciente es la fase lunar en la que la superficie iluminada de la Luna visible desde la Tierra va aumentando cada noche. Esto ocurre después de la Luna nueva y antes de llegar a la Luna llena.
Durante esta fase, que dura aproximadamente dos semanas, la Luna pasa de ser casi invisible en el cielo a mostrar más de la mitad de su cara iluminada. En términos generales, la luna creciente se puede dividir en dos partes.