La mayoría de las estrellas que observamos en el cielo van y vienen en nuestro universo, y por difícil que parezca, también lo es la mayor como lo es Sol. Estos se vuelven motores generadores de energía fusionando hidrógeno en helio en sus núcleos y a lo largo de miles de millones de años, este proceso hace que las estrellas crezcan de manera descomunal, alcanzando hasta mil veces el tamaño del Sol y esto, es lo que comenta la NASA sobre el tema.
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El Sol, como cualquier estrella, también seguirá creciendo
Si bien puede significar un fin fatídico, este crecimiento es solo una etapa en el ciclo de vida de una estrella. Una vez que el hidrógeno se agota, la gravedad comienza a comprimir el núcleo de la estrella, aumentando su temperatura y encendiendo una nueva capa de fusión. Esta fase transforma a la estrella en una gigante roja, una estrella moribunda que se expande enormemente y se vuelve extremadamente luminosa y de hecho, así es como lo explica la NASA.
Una estrella como el Sol, por ejemplo, crecerá todavía más hasta convertirse en una gigante roja dentro de nada más y nada menos que unos cinco mil millones de años. De por sí ya es grande y aún que parezca increíble, lo será todavía más y de hecho, cuando esto ocurra, se expandirá tanto que sería capaz de tragar a los planetas interiores, incluyendo a Mercurio y Venus. De hecho la Tierra, según los científicos, podría correr la misma suerte o quedar atrapada en una órbita peligrosamente cercana a este gigante y con ello, las condiciones en la Tierra se volverán inhabitables.
“Cuando una estrella envejece y se ilumina, la zona habitable se mueve hacia afuera, dando una segunda oportunidad a un sistema planetario”, explica Ramses M. Ramírez, científico de exoplanetas. Esta posibilidad de que surja vida en otros mundos gracias a la evolución estelar ha generado gran interés entre los astrónomos, quienes están explorando activamente nuevos sistemas planetarios en busca de signos de habitabilidad.
Sin duda que esta noticia resulta fatídica para la humanidad y deja sin alguna esperanza a nuestro planeta sin embargo, dentro de todo tiene un lado bueno. Cuando una estrella se convierte en una gigante roja, su zona habitable, la región alrededor de la estrella donde puede existir agua líquida, se expande hacia el exterior. Esto significa que planetas y lunas que actualmente están congelados, como Europa y Encélado en nuestro sistema solar, podrían recibir suficiente calor para albergar vida.