La NASA ha dado un gran salto en una de la smisiones más esperadas durante años, el regreso del ser humano a la Luna. Como uno de los pasos iniciales y por medio de una investigación publicada el 28 de octubre, la agencia espacial norteamericana ha seleccionado nueve regiones cercanas al Polo Sur lunar como posibles sitios de aterrizaje para la misión Artemis III, la primera tripulada desde el programa Apolo hace más de medio siglo. El lanzamiento está programado para septiembre de 2026.
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Un gran paso para el hombre en el esperado regreso a la luna
Estas zonas, nunca antes exploradas por humanos, ofrecen un terreno geológicamente diverso y prometedor para la investigación científica. A diferencia de cualquier otra región en la Tierra, el Polo Sur lunar alberga regiones permanentemente en sombra que podrían contener valiosos recursos como agua helada, un elemento clave para futuras misiones lunares y, potencialmente, para la exploración de Marte.
Entre las regiones candidatas se encuentran el Pico cerca de Cabeus B, Haworth, el Macizo de Malapert y la Meseta de Mons Mouton, entre otras. Cada una de estas zonas ofrece oportunidades únicas para estudiar la historia geológica de la Luna, así como para buscar indicios de la presencia de agua y otros compuestos volátiles.
“El Polo Sur lunar es un entorno completamente diferente al lugar donde aterrizamos durante las misiones Apolo”, afirmó Sarah Noble, directora de ciencia lunar de Artemis en la NASA. “Ofrece acceso a algunos de los terrenos más antiguos de la Luna, así como a regiones frías y en sombra que pueden contener agua y otros compuestos”.
Para seleccionar estos sitios, un equipo de científicos e ingenieros de la NASA analizó exhaustivamente datos del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO), considerando factores como el potencial científico, la accesibilidad, las condiciones de iluminación y las capacidades de la nave espacial.
“Artemis III será la primera vez que los astronautas aterricen en la región del polo sur de la Luna”, dijo Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la NASA. “Encontrar los lugares adecuados para este momento histórico comienza con la identificación de lugares seguros para este primer aterrizaje y luego tratar de combinar eso con oportunidades para la ciencia desde este nuevo lugar en la Luna”.