La NASA tiene un fuerte competidor en su carrera espacial por realizar viajes tripulados a la Luna. Mientras que en la agencia estadounidense siguen resolviendo problemas de la nave que los llevará al satélite natural, en la Agencia Espacial China (CNSA) prepara una misión que trasladará materiales de construcción, que servirán para fabricar casas en suelo lunar.
Se trata de la misión Shenzhou-19, prevista a realizarse a no más tardar finales de esta semana. Este lunes 28 de octubre, los medios oficiales del gigante asiático informaron que se realizaron las primeras pruebas de confirmación, antes del gran lanzamiento.
Estas consistieron en preparar la torre de control, el cohete de lanzamiento y los procesos que deben seguir los astronautas que viajarán en la misión, de quienes todavía no se conoce el nombre.
La misión Shenzhou-19 viajará con un grupo de astronautas hacia la Estación Espacial Tiangong, de China. Llevarán materiales de construcción hechos de piedras que simulan la superficie lunar, en formas de ladrillos.
La idea de esta misión es observar el comportamiento que tendrán estos ladrillos, de materiales que emulan las rocas o arenas de la Luna, sometidos al entorno espacial como la microgravedad o la radiación solar.
Desde Pekín dicen que dicha misión espacial es un “avance significativo” en la iniciativa que tienen en China de colonizar la Luna, para estudiar de cerca la cara oculta de nuestro satélite natural.
China y sus misiones lunares que le ganan a los Estados Unidos
Este 2024 China logró un avance histórico en la carrera espacial, superando a Estados Unidos al ser el primer país en retornar muestras de la cara oculta de la Luna. La misión Chang’e 6 de la Agencia Espacial China (CNSA) terminó con éxito, aterrizando en el desierto de Mongolia Interior y marcando un punto de inflexión en la competencia lunar entre las dos superpotencias.
En la misión, recolectaron aproximadamente dos kilos de regolito lunar de una región nunca antes explorada por los humanos. ¿Cómo lo lograron? Pues por medio de tecnología avanzada, incluido su satélite Queqiao-2, dedicado a facilitar la comunicación con la Tierra y que permitió a la CNSA superar los desafíos de la transmisión de señales desde la cara oculta.
